tag:blogger.com,1999:blog-74238936298876468042024-03-25T05:48:18.518-07:00sobre filias y fobias literariasANTONIO CRUZ ROMEROAntonio Cruzhttp://www.blogger.com/profile/14940860334082376459noreply@blogger.comBlogger70125tag:blogger.com,1999:blog-7423893629887646804.post-24199512966054366952024-03-07T06:48:00.000-08:002024-03-20T11:49:25.950-07:00ASÍ SE FUNDÓ EL DAM SOBRE EL AMSTEL (2019)<p style="text-align: center;"><b>ASÍ SE FUNDÓ EL DAM SOBRE EL AMSTEL (2019)</b></p><div style="text-align: right;"><i>Así se fundó Carnaby Street</i></div><div style="text-align: justify;"><div style="text-align: right;">LEOPOLDO MARÍA PANERO</div><br /><br />Entro <i>ex professo</i> en una taberna de viejos lobos de mar, junto a un canal en Chinatown (soy Jake Gittes, detective privado), Quartier Putain, ni un turista: el lugar preciso en el que explosionó la ciudad principal del <i>Inferno</i>. Abro sus puertas batwing con ambas manos: plano detalle de cada una de las miradas ciñéndose contra mi esqueleto: me he dejado crecer un espeso bigote, por lo que pueda acontecer, como el de Wyatt Earp en el tiroteo del O.K. Corral de Tombstone. Los presentes están sentados sobre el big bang amstelodamum y me miran con la curiosidad con la que se observa al extranjero, todos se conocen y les confunde que hable su idioma y mi aspecto sureño. Sus tatuajes arrugados por el sol ―los míos ocultos bajo la ropa―, su acento aguardentoso, del Mokum, sentenciarían los de «El Lugar», cuando me percato de mi inferioridad de canas. Mi entrada al tugurio es como un <i>Cristo versus Arizona</i>, frente a un vulgar coffee shop que en nada se asemeja a los mágicos fumaderos de opio que frecuentaba el sifilítico Baudelaire, el suicida Nerval o Slauerhoff el tísico. Tampoco guardan estos antros relación alguna con aquel escandaloso viaje-huida a Londres de Verlaine y Rimbaud, poseído por el hachís, una temporada en el infierno: poco después, a orillas del Támesis, se transforma en un opiófago vampirizado. Intuyen que también soy marinero, pero de alta montaña, me vengo arriba y hago el gesto de sacar la pipa, pero la tabernera, dos metros de altura bajo el nivel del mar, se acerca amenazante y la dejo quieta en el bolsillo: «Ni se te ocurra tocarla», leo en sus ojos. El local es un sosias <i>dark version </i>del Louis's, el restaurante en el que Michael Corleone mató a Sollozo y al capitán de la policía McClusky, por lo que probablemente también me hayan dejado en la cisterna del aseo una pistola. En un póster junto al <i>water closet</i> aparecen los últimos ganadores del campeonato de bebedores de cerveza, como una suerte de mitología griega abreviada, me tiro un farol: «Podría beber más cerveza que cualquiera de vosotros», cara de póker generalizado, y acto seguido se carcajean histriónicos, les miento a Michiel de Ruyter en Siracusa al servicio de la Corona española y sin pausa contraataco hablando del concepto de sustancia según Spinoza, «ebrio de Dios» cito a Novalis, me adentro en el área con la negación de la dualidad mente-cuerpo en un dedo, pero desde la barra un tipo con bigote blanco (un abrebotellas al cuello) afirma <i>ex cathedra</i> que Messi es Dios, “<i>niet God maar wel een god</i>” («no Dios sino un dios») puntualizo. “<i>Je suis l'étranger</i>”, medito recordando a Camus cuando <i>il menssagero</i> de Amazon entra al garito como Bach lo haría por su casa. «En el Sur se muere mejor», proclamo a los cuatro vientos a modo de Profecía antes de pagar arrojando mis últimas monedas sobre la barra de madera encharcada: <i>Bring Me the Head of Alfredo Garcia</i>, y se ponen serios, <i>touché</i>, Van Broncas se me arrima como un Miura ensangrentado, me encomiendo a san Bonifacio en la batalla final al amanecer y acto seguido me acuerdo de Gallito empitonado mortalmente en Talavera de la Reina, ¡Robert Johnson que estás en los cielos, a esta ciudad le quedan cuatro días, lo sé, y la odio con locura enfermiza, eso también lo sé y también lo saben ellos! </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">P.S.- Cuando me marcho dejando una estela de espuma a mi paso se abren las encarnadas cortinas de los escaparates de los lupanares, no hay agujas de pinos sino agujas de yonkis en el suelo hundido, y la esclusa del sol se desangra en el horizonte de lo inmortal. <i>Álea iacta est</i>. Amén.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: right;">Ámsterdam, 2019</div><div style="text-align: right;"><br /></div><div style="text-align: right;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgWrhSVVZrFkK3GPyvtM4avO5OZysllYDHBrg7AsPkV_1zCniCKaRVU4OX1YgIu2HXB3MGXp1ZrK-R-1uhk1cJz8Q8kfLeq5m3IYH6S7ymQWh6TD3jfcsbIwHM5fjfx347L668WtNJuHFltrhYquLzl7sJUNzKB1Fsh-fWsRwKBzqrJ4OHO_wnamF0yYNg3/s960/a'dam%202019.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="960" data-original-width="720" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgWrhSVVZrFkK3GPyvtM4avO5OZysllYDHBrg7AsPkV_1zCniCKaRVU4OX1YgIu2HXB3MGXp1ZrK-R-1uhk1cJz8Q8kfLeq5m3IYH6S7ymQWh6TD3jfcsbIwHM5fjfx347L668WtNJuHFltrhYquLzl7sJUNzKB1Fsh-fWsRwKBzqrJ4OHO_wnamF0yYNg3/w480-h640/a'dam%202019.jpg" width="480" /></a></div><br /><div style="text-align: right;"><br /></div>Antonio Cruzhttp://www.blogger.com/profile/14940860334082376459noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7423893629887646804.post-64158221678470113612024-03-07T01:29:00.000-08:002024-03-17T03:21:16.827-07:00VIAJE AL FIN DE LA NOCHE (2019)<p style="text-align: center;"> <b>VIAJE AL FIN DE LA NOCHE (2019)</b></p><div dir="auto"><div dir="auto" style="text-align: center;">-Louis-Ferdinand Céline-</div><div dir="auto"><br /></div><div dir="auto" style="text-align: right;"><i>Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mente.</i></div><div dir="auto" style="text-align: right;">LUDWING WITTGENSTEIN </div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="text-align: justify;">Día de lluvia cargada de rabia. Me levanté a las 6 h siguiendo mis propias instrucciones para un amanecer. Un tranvía, el metro y al fin el autobús. Llevé al colegio a mis hijas, un encuentro de apenas un minuto, dos a lo sumo. Me despidieron con un húmedo beso que dejó mojada mi mejilla pero pronto la saliva se fundió con el agua de la lluvia: ya sólo somos sombras en un charco. </div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjyurts5RBbRJ8goEoetx3EM03-tRRPCJo-x1T_hbwaCTde2-ViVz1wd800Q8hU-IhJ73XVQHH2mD7dz5B1YerhDQyu-qSHEY4EDYvtKD7u1E9XjdJ0Xm1a2cspOoRymwypEjEfzxuLM3O9fjUgV-vXhrtcDGMHh0qUTlsukTu2j8ySEnUvOfQAeNEaUaI3/s400/Zuid.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="300" data-original-width="400" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjyurts5RBbRJ8goEoetx3EM03-tRRPCJo-x1T_hbwaCTde2-ViVz1wd800Q8hU-IhJ73XVQHH2mD7dz5B1YerhDQyu-qSHEY4EDYvtKD7u1E9XjdJ0Xm1a2cspOoRymwypEjEfzxuLM3O9fjUgV-vXhrtcDGMHh0qUTlsukTu2j8ySEnUvOfQAeNEaUaI3/w640-h480/Zuid.jpg" width="640" /></a></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="text-align: justify;">Me subo al primer tranvía que encuentro. Llueve como siempre, con extática virulencia, como una suerte de ataque <i>ad hominem</i>, pero no me importa. Llevo los pies chorreando desde que a las 6:30 h salí del hotel y juré en arameo al pisar el primer charco: el resto es Historia. Nunca como aquí he sentido la decadencia humana, me viene a la mente Thomas Kempis: "<i>Contemptus mundi</i>" («menosprecio del mundo»), y retuerzo el título de su mayor obra: "De Imitatione Baudelaire" hasta recordar el verso de Roger Wolfe «El mundo es tan gris como mi asco». Tampoco como en estas calles he sentido tanta ira. En esta ciudad sencillamente malvivo: catorce horas al día fuera del hotel, un <i>flâneur </i>en grado sumo; llevo mucho tiempo siendo un bohemio al filo de la navaja. De día me alimento a base de plátanos, zumo de cebada recién ordeñado y alguna hamburguesa grasienta que saco de los dispensadores automáticos que encuentro por los callejones:<i> dead end</i>; por las noches paladeo con tanto placer la comida (principalmente sushi) como lo haría el ajusticiado horas antes de colocar su cabeza bajo la guillotina. Si no estoy en la Casa del traductor o la habitación del hotel no dispone de microondas y me apetece comer algo diferente, compro pasta ya cocinada y caliento el blíster bajo la ducha caliente, pero siempre queda tibia («Porque eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca»: APOCALIPSIS); he aprendido las técnicas más superlativas de la supervivencia; he mapeado todos los hediondos urinarios públicos adornados de grafitis junto a los canales donde se drogan los yonkis; me sé de memoria las paradas de cada línea de metro y tranvía como las mismas líneas de la palma de mi mano. He sobrevivido gracias al calor de las librerías, que conozco una a una y también a sus libreros, que me tienen reservado algún libro desde meses antes. Voy a la librería Scheltema en busca de techo y siempre sigo la misma rutina: dejo la mochila sobre la mesa de la 3ª planta, doy los buenos días con acento belga a los empleados, saco mi libro y el cuaderno de notas; me acomodo sin quitarme las gafas de sol: Ray-Ban tendría que haberme hecho un contrato de imagen hace ya 30 años. El personal me saluda, me conoce; me río imaginando quién pensarán que soy, quizá creen que un jefe indio, por mi estricta rutina, por mi movimiento errante, acaso el chamán de una tribu de un solo miembro, no, no, es imposible, todo es imposible, yo soy imposible, pero aun así ayudo a los clientes a buscar el libro que no encuentran, eso sí es factible. </div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh4nZOyL6bETyMrFL8BHAJCQi0xPPOQWvs3pOUS2YaekIEdSp41Ictbs37SkTajMdysePAjqYAIBpwzi8xc15NLffLD7NTldd1viQ0ZEcg3PNMV7UifyUgIvInJjrzCbS8TDxXY3GpmwRMTB09DaUVFREVOe6bXB1R3fvtFJpTAv2GtYSiqwpIgtME7jCKq/s400/sombras_charco.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="300" data-original-width="400" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh4nZOyL6bETyMrFL8BHAJCQi0xPPOQWvs3pOUS2YaekIEdSp41Ictbs37SkTajMdysePAjqYAIBpwzi8xc15NLffLD7NTldd1viQ0ZEcg3PNMV7UifyUgIvInJjrzCbS8TDxXY3GpmwRMTB09DaUVFREVOe6bXB1R3fvtFJpTAv2GtYSiqwpIgtME7jCKq/w640-h480/sombras_charco.jpg" width="640" /></a></div><br /><div dir="auto" style="text-align: justify;">En esta ciudad es donde más he sentido la locura, donde jamás he pasado tanto frío como bajo este cielo plomizo: he dormido en los aeropuertos, me he desesperado en las paradas sin marquesinas con el rostro cubierto de hielo y he perdido trenes y aviones; la ira es mi pecado capital favorito, pero por supuesto no me pido perdón, porque es combustible, es napalm en vena. Aquí me ha salvado el olor del papel de las librerías de segunda mano y los epitafios labrados en las lápidas de los camposantos; las obscuras tabernas de Chinatown, leer a los poetas malditos, la última voluntad de los suicidas y escribir esquelas de personajes imaginarios; acudir a las iglesias ha sido mi mayor auxilio: sería obligatoria su apertura 24 horas al día, o al menos que siempre existiese de guardia una; no necesito confesor. Ayer fui a escuchar misa a la basílica de san Nicolás bajo una nube de gaviotas, y atravesar su portón me hace sentir paz, no sólo conmigo mismo, sino con la condición humana, de la que por desgracia también soy parte: la insoportable levedad del ser. Cuanto más amenazado me siento, más crece mi fe. </div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhaU63RJ3v4hEiPGfuYA0MCxR-6EgldbG-FzEbaXOwq9FrJA3knvsS2WKJ-M1Kf6Uy3tt0tl65hQSWv7h7ie05027d7TkJMnpJitABcrdWKDJVybgtmxj5OYzlwiZnRbHFnWgjH_RMnifcsPtt3ejqg5W8caOfe5DNJ4zHyLWAjkshyNqOlnyPgvMROCHv2/s3763/20240316_152509.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2724" data-original-width="3763" height="232" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhaU63RJ3v4hEiPGfuYA0MCxR-6EgldbG-FzEbaXOwq9FrJA3knvsS2WKJ-M1Kf6Uy3tt0tl65hQSWv7h7ie05027d7TkJMnpJitABcrdWKDJVybgtmxj5OYzlwiZnRbHFnWgjH_RMnifcsPtt3ejqg5W8caOfe5DNJ4zHyLWAjkshyNqOlnyPgvMROCHv2/s320/20240316_152509.jpg" width="320" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div dir="auto" style="text-align: justify;">En un bolsillo del abrigo llevo el Evangelio de San Juan («<i>Verbum caro factum est</i>») y en el otro un librito en miniatura de las <i>Flores del mal</i> de Baudelaire en inglés completamente subrayado: «No busquéis más mi corazón, las bestias lo han devorado» (si no fuese tan voluminoso portaría igualmente el <i>Museo de Cera</i> de J. M. Álvarez, y a Poe, y los sonetos de Shakespeare, los sermones de John Donne, los poemas más hirientes de Roger Wolfe, a Keats, <i>Tumbas</i> de Nooteboom, el Eclesiastés... una biblioteca andante). El filósofo pesimista E. Cioran (hijo de un pope rumano) y asiduo en mis lecturas («Sin una pizca de locura el lirismo es imposible») vivió en condiciones precarias en una diminuta buhardilla de París casi toda su vida, como Samuel Becket, me encomiendo a ellos y me recreo imaginando en qué estado estarán ahora todos esos cuerpos bajo tierra, sólo despojos envueltos en coágulos de barro, raíces y gusanos, el de Menno Wigman (lo visitaré mañana) enterrado junto al Amstel ya podrido, las cenizas de Slauerhoff, el corazón de Shelley, la pierna cojeante de Byron, Keats y el mechón de su amada con el que fue inhumado o el cuerpo decapitado de Paul Snoek tras chocar con su vehículo </div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="text-align: justify;">Desde siempre me ha gustado la noche, pero no dormir porque lo considero una pérdida de tiempo y, para colmo, sufro constantes pesadillas; Raúl Zurita afirma en un poema que «la noche es el manicomio de las plantas», no le falta razón, pero a mí me produce placer deambular en plena obscuridad y mientras tanto recitar unos versos, que me sé de memoria, del poeta expresionista austríaco Georg Trakl (que terminó suicidándose con una sobredosis de cocaína): «Sobre negra nube/ cruzas ebrio de opio/ el estanque nocturno». Soy un vampiro, y la noche me revela, soy el tormento y el éxtasis, según me dicte mi cabeza. Me apasiona regresar lentamente al hotel por los callejones más turbios, salvajes y siniestros, sentir el gusanillo del peligro en este Pandæmonium (sinopsis de Las Vegas) mientras alterno en mi dispositivo las cantatas de Bach ("<i>Ich habe genug./ Mein Trost ist nur allein,/ Dass Jesus mein und ich sein eigen möchte sein</i>"), los saxos sublimes de Charlie Parker y Ben Webster, la música dark romantic de Depeche Mode, algunas secciones del <i>Officium Defunctorum</i> de Tomás Luis de Victoria y las guitarras estridentes de Guns N' Roses, repito una y otra vez "One of These Days" de Pink Floyd y desintegro el "Sympathy For The Devil" de Sus Satánicas Majestades; mi eclecticismo es una tabla de salvación. Me acompaña una bandada de petirrojos, varias urracas y un mirlo; un cuervo se posa en mi hombro, me habla (<i>"Nameless here for evermore</i>"), echo de comer a los gatos que salen a mi paso (algún día vivirá conmigo uno y lo llamaré Pluto y estará tuerto), me envuelvo en el olor del hachís que emana de los fumaderos, contemplo los escaparates de carne enmarcados en luces de neón, los vendedores de paraísos artificiales (los mercaderes ofrecen sustancias adictivas bajo el nombre del filósofo Karl Popper), el olor a comida basura; es maravilloso degustar la violencia humana, la venta de almas como hizo Fausto con la suya; "<i>It's a Sin City</i>", me digo. Me escribe Roger Wolfe; le cuento mi deambular por esta ciudad: podríamos escribir alguna pieza <i>à quatre mains</i>. </div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgrE24pYT-LCDjBxh2aTzT9qAxvZYdmwXNbb3IEqryZjiGFv8sGKIgpOtPehga4bvIEkqeQvhxFmNVrrCUCnp-BeJRfJSn3HOdGbkBx_R-Pf1X8lCZjtxXYaFAT0UubC5rDaue8HTxQsrzUVq8NkILDqxWHqn4tPjeTwFf-7OIYHjrE0Go2rTi4cymqq753/s400/lluvia.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="266" data-original-width="400" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgrE24pYT-LCDjBxh2aTzT9qAxvZYdmwXNbb3IEqryZjiGFv8sGKIgpOtPehga4bvIEkqeQvhxFmNVrrCUCnp-BeJRfJSn3HOdGbkBx_R-Pf1X8lCZjtxXYaFAT0UubC5rDaue8HTxQsrzUVq8NkILDqxWHqn4tPjeTwFf-7OIYHjrE0Go2rTi4cymqq753/w400-h266/lluvia.jpg" width="400" /></a></div><br /><div dir="auto" style="text-align: justify;">Desde que abandoné el hotel tenía los pies congelados por la lluvia y ya no los sentía, por lo que a mi regreso pasé por la Biblioteca Central, y como un vagabundo me despojé de los calcetines en el aseo y los sequé bajo un secador de manos. No me vio nadie, pero no hubiese sentido vergüenza si alguien me hubiese observado: lo que me produce bochorno es ser miembro numerario de un mundo podrido y pertenecer a esta sociedad prostituida. A los pocos minutos volví a padecer el helor de las botas mojadas, así que decidí pisar todos los charcos que encontraba a mi paso para que los pies quedasen definitivamente anestesiados. Retrospectiva en el Eye Film Museum del cineasta y disidente ruso Andrei Tarkovski (1932-1986), que en una entrada de su diario del 9 de abril de 1982 escribe: «¿Cómo puede vivir el hombre sin Dios? Sólo si se convierte en Dios; pero no puede convertirse en él...». He visionado toda su filmografía en varias ocasiones: cada fotograma es un verso y sus películas hermosísimos poemas.</div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgHYnVJk-Czb34_PFQ6iP2pHOS-tqOU1loNIOM6oijrobxYwnYkfgGHYo68cdQ2z-WAJ374cf8nP0QC8t5ztPwMo7QAptcbKuTqxeIsKcljzcfDKx9Rbad_2v4wBkqFYNcUE2nUdiOkTzvQideJeiNuVMrs5DZnX4Q_GIWRn5LOnHZrYjrAWS2tyh5hTSVq/s400/EYE_tarkovski.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="300" data-original-width="400" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgHYnVJk-Czb34_PFQ6iP2pHOS-tqOU1loNIOM6oijrobxYwnYkfgGHYo68cdQ2z-WAJ374cf8nP0QC8t5ztPwMo7QAptcbKuTqxeIsKcljzcfDKx9Rbad_2v4wBkqFYNcUE2nUdiOkTzvQideJeiNuVMrs5DZnX4Q_GIWRn5LOnHZrYjrAWS2tyh5hTSVq/w400-h300/EYE_tarkovski.jpg" width="400" /></a></div><br /><div dir="auto" style="text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="text-align: justify;">Odiar esta ciudad es una labor fácil que para colmo trabajo a diario con ahínco; hablo el idioma de los autóctonos para que no se crean más que yo: los españoles somos un pueblo orgulloso, y eso es una seña de identidad que jamás debe perderse, como aquí hicieron noblemente los Tercios en las peores condiciones, y llegan a mi mente la vida de esos soldados, algunos de ellos mercenarios, sus densos bigotes congelados, escondidos junto a los ríos para entrar en acción, entumecidos por el frío... pensar en sus escaramuzas me sube la moral; sé que piso las cenizas de aquellos que cayeron noblemente en combate, pero yo aún sigo en pie. Desde entonces a los niños de estas hundidas tierras, para asustarlos, les advierten que si salen solos se los llevará el Duque de Alba, algo así como un hombre del saco. Cuando el rey Felipe II envío al general a estos húmedos páramos y sus habitantes se quejaban, les respondía sin titubear: «si os disgusta mi religión marcharos a otra tierra»: <i>Deo patrum nostrorum</i>.</div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="text-align: justify;">Sólo pienso en regresar a la Luz del Sur, pero cuando me marcho siento remordimiento por la ansiosa necesidad de dicho deseo, por ellas y su incomprensión, pero me encomiendo a la redención ajena porque no existe nada por lo que yo tenga que pedir perdón y nadie me podrá imputar nunca nada: si mis hijas sabrán entender y valorar en el futuro este esfuerzo lo desconozco. Rendirme no aparece en mi diccionario bilingüe<i> body & soul</i>.</div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="text-align: justify;">Y así cierro otro día, observando por la ventana la lluvia centelleante contra el lienzo de obscuridad de la noche y el sonido del tic tac de mi reloj de bolsillo... hasta que dejo caer la cabeza sobre una montaña de libros. En esta ciudad mi insomnio no diagnosticado se acentúa, pero soy mitad monje y mitad soldado. Escucho tronar los reactores de un avión horadando las nubes ensangrentadas del cercano aeropuerto: creo que puede tratarse de un Boeing 737-800; es el mismo que me trae y me lleva sobre sus alas de luz eléctrica.</div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><i>hay una luz en algún lugar</i></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><i>puede que no sea mucha luz pero</i></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><i>vence a la obscuridad</i></div><div dir="auto" style="text-align: justify;">CH. BUKOWSKI </div><div dir="auto" style="text-align: right;"><br /></div><div dir="auto" style="text-align: right;">Día de los Muertos. Ámsterdam, 2019.</div><div dir="auto" style="text-align: right;"><br /></div><div dir="auto" style="text-align: right;"><br /></div></div>Antonio Cruzhttp://www.blogger.com/profile/14940860334082376459noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7423893629887646804.post-69299541705650410412024-01-25T07:56:00.000-08:002024-02-20T09:13:32.805-08:00PRESENTACIÓN DEL POEMARIO FLORES ENFERMAS<p style="text-align: center;"> PRESENTACIÓN DE <i>FLORES ENFERMAS</i> </p><p style="text-align: center;">(18/I/2024)</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjp-huh4XfplGryGnL5RyJrrDlletkR-qU4dcqnH5IOYhq6Ab1z7Inb4D5byyd87N8DBuBd_kd8p_iIwQuuh4RPw5TutccOS4JHLEWWUciebLHpx05Aej53bJXnb_JOJQlJMz9NTY2a8NBrAD4B0a-p4MlWBJqQk0YMqP7Yl1LHhL0Z6OrBoRxZ-B-ZTXkQ/s3793/DiarioAlmeria_%20FloresEnfermas_20240123.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3793" data-original-width="2903" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjp-huh4XfplGryGnL5RyJrrDlletkR-qU4dcqnH5IOYhq6Ab1z7Inb4D5byyd87N8DBuBd_kd8p_iIwQuuh4RPw5TutccOS4JHLEWWUciebLHpx05Aej53bJXnb_JOJQlJMz9NTY2a8NBrAD4B0a-p4MlWBJqQk0YMqP7Yl1LHhL0Z6OrBoRxZ-B-ZTXkQ/w490-h640/DiarioAlmeria_%20FloresEnfermas_20240123.jpg" width="490" /></a></div><div><br /></div><div style="text-align: justify;">DIEGO MARTÍNEZ. 22 Enero, 2024 - 21:11h</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El pasado jueves se presentó en la Librería Picasso de Almería el nuevo poemario de Antonio Cruz Romero titulado <i>Flores Enfermas</i>, publicado por la editorial cántabra Libros del Aire, dirigida por el poeta Carlos Alcorta, en un acto que estuvo presentado por el también poeta José Luis López Bretones y que contó con la presencia de un numeroso público.</div><div style="text-align: justify;"><i><br /></i></div><div style="text-align: justify;"><i>Flores enfermas</i> es el quinto poemario de Cruz Romero (María, 1978), que es a su vez narrador, neerlandista y traductor, terreno en el que ha vertido a nuestro idioma a medio centenar de poetas flamencos y neerlandeses y está considerado el traductor más activo e importante de poesía neerlandesa contemporánea en lengua española, no en vano Antonio Cruz es miembro de la sección de poesía de la Dutch Foundation for Literature y ha sido becado en varias ocasiones como "Translator in residence" en la Casa del traductor de Ámsterdam.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Cruz Romero es, en palabras de López Bretones y en relación a su poemario “un mitómano, un adorador de mitos cinematográficos, musicales, literarios y fantásticos, y en el libro aparecen el vampiro, el licántropo, la misantropía romántica, las escenografías góticas o los amores eternos que viajan por los océanos del tiempo hasta encontrarse”, un poemario articulado por elementos redundantes como el amor, la muerte, las derrotas y la victoria, las leyendas, las aves, los vampiros y los cementerios, que como bien apunta López Bretones, “son mitos culturales asentados a lo largo de los siglos por una tradición extensa y fecunda, mitos de la tradición occidental que surge de tres ejes nucleares: Atenas, Roma y Jerusalén; y a su vez hablamos de dos mitos fundacionales: la culpa y la redención, y todo ello forman parte de este libro”.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">López Bretones señaló que “Antonio Cruz se muestra más partidario del mythos frente al logos, es decir: más partidario de lo simbólico, de lo irracional, de lo dionisíaco que de la razón positiva que sistematiza y que da luz a las sombras. Antonio Cruz es un poeta del Romanticismo mucho más que de la Ilustración, y a pesar de sus querencias tomistas se inclina más por Tertuliano, a quien cita en el libro, y que afirmaba “Creo porque es absurdo”, pues el carácter del personaje poético de Antonio Cruz es un personaje apasionado, un personaje arrebatado, un personaje atormentado, como lo eran los románticos ingleses, como lo era Menno Wigman y como lo es también dentro de la poesía contemporánea española Roger Wolfe, que es uno de sus referentes literarios y además amigo personal de un Antonio Cruz que no es partidario de arrojar luz sobre las sombras sino de las sombras y de toda la iconografía que acompaña a las sombras: las brumas, los cementerios, las lápidas, los cuervos, con Edgar Allan Poe al fondo y, en general, todo lo que indique decadencia e incluso putrefacción, y con toda esta iconografía sin duda está haciendo referencia a esta nuestra sociedad que se deshace ante nosotros a pasos agigantados y que muestra por todas partes signos de acabamiento y de fermentación cadavérica”, dijo López Bretones.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La estética y poética del poemario se mueve entre el culturalismo y el romanticismo inglés con su amor por la naturaleza y los pájaros, y por otro lado claramente influido por la cultura pop, el cine y en especial por el malditismo de los poetas del siglo XIX en donde se perciben ecos de Poe, Wordsworth, Keats o Baudelaire, pues no en vano Flores enfermas es una suerte de homenaje a éste último, en el que el poeta de este poemario, un ser radicalmente misántropo, destapa la decadencia y miseria del mundo y sólo se refugia en aquello que le es fiel, auténtico y le ofrece protección.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">A modo de conclusión, López Bretones terminó su intervención afirmando que <i>Flores enfermas</i> es “un libro casi blasfemo (como fue considerado en su día <i>Las flores del mal</i> de Baudelaire), un libro salvaje, un libro duro, cortante como un filo, un libro aquejado de la enfermedad de la poesía y cuyas flores contienen un sigiloso veneno que hay que tomar a pequeñas dosis o morir; o morir de romanticismo”.</div><p style="text-align: justify;"><i><a href="https://www.diariodealmeria.es/ocio/Presentado-Flores-Antonio-Cruz-Romero_0_1868814751.html">Diario de Almería</a></i> (23/I/2024)</p><p style="text-align: center;">FOTOGRAFÍAS: Eva M. Gómez Gómez</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDjYmDxBMCQhSmJJgz-uOjHRJwiw1PemTdM1vMUSO1Er7RToJCfkVRZbCNcDU92qG4icsOkmtQubGcaKm85v2MnRw0hFD_eb-Ze-T7XnDlm3DJuBsHryUiIqic_Eq7lcXhfRYV3rf7YXKB8LFNwJfVFBUOC76OdTNJvpxZ3qw9kgkycPK0YI8neAZLuI_L/s2048/18_Enero_2024.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1152" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDjYmDxBMCQhSmJJgz-uOjHRJwiw1PemTdM1vMUSO1Er7RToJCfkVRZbCNcDU92qG4icsOkmtQubGcaKm85v2MnRw0hFD_eb-Ze-T7XnDlm3DJuBsHryUiIqic_Eq7lcXhfRYV3rf7YXKB8LFNwJfVFBUOC76OdTNJvpxZ3qw9kgkycPK0YI8neAZLuI_L/w360-h640/18_Enero_2024.jpg" width="360" /></a></div><div><br /></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiG8wR074IuPPCb9xrmSNHOuZ7mlNkl959QhF5QJ4qWvWqUQQ8U3DPdc8rAhbYMDsHwCiS8kPLrQoB5-z3afc2sFngUQqizvT2YgGKORZglVWXrUGDLhYBLO4dgSNt92-QI4kaYZTUky8GBErSxWexBasaWcZoDde326YyEVZvYWtiRW_mCuDJj79QFkFlo/s2048/18_Enero_2024_a.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1152" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiG8wR074IuPPCb9xrmSNHOuZ7mlNkl959QhF5QJ4qWvWqUQQ8U3DPdc8rAhbYMDsHwCiS8kPLrQoB5-z3afc2sFngUQqizvT2YgGKORZglVWXrUGDLhYBLO4dgSNt92-QI4kaYZTUky8GBErSxWexBasaWcZoDde326YyEVZvYWtiRW_mCuDJj79QFkFlo/w360-h640/18_Enero_2024_a.jpg" title="José Luis López Bretones (derecha)" width="360" /></a></div><div><br /></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj0COz72aO9Si1lVOFOvXVP_-ubqFgo7JWwaGXQxT8T2FGHfGLFrgD8NcVyEwaqXxHbwBq5eTADREW4rzp2yp5ET5vDTc_J_FzdakN1idDgn966wVuUKtB7eSAWuyrgPTtDY5gof7h556Yu9gM2uN-uva-tP5D4YiBbvtY_C53fUblSvgmUpAuYlzuh270L/s2048/18_Enero_2024_b.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1536" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj0COz72aO9Si1lVOFOvXVP_-ubqFgo7JWwaGXQxT8T2FGHfGLFrgD8NcVyEwaqXxHbwBq5eTADREW4rzp2yp5ET5vDTc_J_FzdakN1idDgn966wVuUKtB7eSAWuyrgPTtDY5gof7h556Yu9gM2uN-uva-tP5D4YiBbvtY_C53fUblSvgmUpAuYlzuh270L/w480-h640/18_Enero_2024_b.jpg" width="480" /></a></div><br /><p style="text-align: center;"><br /></p>Antonio Cruzhttp://www.blogger.com/profile/14940860334082376459noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7423893629887646804.post-15388156919384228562023-11-03T12:54:00.004-07:002023-11-03T12:54:44.584-07:00FLORES ENFERMAS<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSdlV-1QsHxyeRpzZDTcnlet-9Y2jyx5mdtXGor-IdCl8jrW_BTKo9mzmcwUrZTH36U4dS9EZpHuEjAr5-k7nl72Dr-AbPjGA1-ZWlxz3oxKD3Jn0e48oxDrdiFYSykbAzRVHpcosm1AdiJ7fDOSjk3bwltwdwGDmOlNIcpgNbRPJl525johmiacn-X8kt/s1060/flores_enfermas.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1060" data-original-width="700" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSdlV-1QsHxyeRpzZDTcnlet-9Y2jyx5mdtXGor-IdCl8jrW_BTKo9mzmcwUrZTH36U4dS9EZpHuEjAr5-k7nl72Dr-AbPjGA1-ZWlxz3oxKD3Jn0e48oxDrdiFYSykbAzRVHpcosm1AdiJ7fDOSjk3bwltwdwGDmOlNIcpgNbRPJl525johmiacn-X8kt/w422-h640/flores_enfermas.jpg" width="422" /></a></div><p></p><div style="text-align: center;"><b>Editorial: </b><a href="https://editoriallibrosdelaire.com/producto/flores-enfermas/">Libros del Aire</a></div><div style="text-align: center;"><b>Páginas:</b> 79</div><div style="text-align: center;"><b>Fecha de edición:</b> Septiembre 2023</div><p style="text-align: justify;">Amor, muerte, las derrotas y la victoria, la desmitificación de los héroes y las leyendas, aves, vampiros y cementerios, son algunos de los elementos que nos encontramos en Flores enfermas, un poemario en el que como en un díptico se despliegan dos partes bien diferenciadas: una más dura, visceral y a veces desgarrada, en cuyo final ya se anuncia una segunda pieza articulada por una sucesión de poemas de amor. La estética y poética del libro se mueve entre el culturalismo y el romanticismo inglés con su amor por la naturaleza y los pájaros, y por otro lado claramente influido por la cultura pop, el cine y en especial por el malditismo de los poetas del siglo XIX, en donde se perciben ecos de Poe, Wordsworth, Keats o Baudelaire, pues no en vano <i>Flores enfermas</i> es una suerte de homenaje a éste último, en el que el poeta de este poemario, un ser antisocial, destapa la decadencia y miseria del mundo y sólo se refugia en aquello que le es fiel, auténtico y le ofrece protección.</p><p style="text-align: justify;"><a href="https://editoriallibrosdelaire.com/producto/flores-enfermas/">https://editoriallibrosdelaire.com/producto/flores-enfermas/</a></p><p style="text-align: justify;">ANTONIO CRUZ ROMERO (María, Almería, 1978). Poeta, narrador, neerlandista y traductor, ha cursado estudios de Magisterio y Ciencias judaicas, y es titulado como profesor de conservatorio en la especialidad de Saxofón clásico. Ha publicado la colección de relatos <i>Cuentos macabros</i> (2014), la novela <i>El banquete: crónica de un ajusticiamiento</i> (2017), y los poemarios <i>Grecia: guía de viaje para poetas y antipoetas</i> (2016) y <i>Una habitación de hospital con vistas al mar</i> (2018), y sus poemas han aparecido en diversas publicaciones nacionales e internacionales. </p><p style="text-align: justify;">Ha traducido a medio centenar de poetas flamencos y neerlandeses, y está considerado el traductor más activo e importante de poesía neerlandesa contemporánea en lengua española, dando lugar, entre otras, a la antología y ensayo <i>Poesía experimental de los cincuenta en lengua neerlandesa</i> (2016) y <i>Entre diques y esclusas. Antología de poesía neerlandesa actual</i> (2022). </p><p style="text-align: justify;">Ha sido editor de las revistas literarias <i>Ravenswood Magazine </i>y <i>Atonaal. Revista de poesía y otras hierbas infumables</i>. Es miembro de la sección de poesía de la Dutch Foundation for Literature, siendo becado en varias ocasiones como “Translator in residence” en la Casa del traductor de Ámsterdam.</p>Antonio Cruzhttp://www.blogger.com/profile/14940860334082376459noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7423893629887646804.post-70334767472787413162023-04-10T04:55:00.027-07:002024-03-12T19:43:40.459-07:00CON ROGER WOLFE EN VALLECAS<p style="text-align: justify;">Con el escritor Roger Wolfe contacté por vez primera en el año 2015 cuando coordinaba un monográfico en <a href="http://ravenswoodbooks.blogspot.com/2016/04/magazine-5-t-s-eliot-el-homenaje-mas.html">homenaje a T. S. Eliot</a> para la revista <i>Ravenswood Magazine</i>, y desde entonces surgió una amistad verdadera y constante que resulta harto difícil de mantener con vida en esta jungla que supone la literatura y los espurios vericuetos de la edición. Posteriormente le edité la pequeña colección de ensayos <i><a href="http://ravenswoodbooks.blogspot.com/p/blog-page.html">Oras en la vida</a></i> y <a href="https://www.ruta66.es/2017/01/encuentros/roger-wolfe-johnny-cash-inspirador/"><i>Pasos en el corredor</i></a>, poemario que bautizamos con el sobrenombre de <i>The White Album</i>. Quedaba pendiente encontrarnos <i>in the flesh</i>, ya fuera en la capital o bien en algún punto en el que se da cita la trascendental Luz del Sur, sustantivos ambos que suponen dos novelas del señor Lobo: <i>El Sur es un sitio grande</i> y la autobiografía <i>Luz en la arena</i>, dos exquisitos libros editados por ZUT ediciones. </p><p style="text-align: justify;">Por fin acordamos lugar y día: en Madrid, coincidiendo con el Jueves Santo; fecha inmejorable. Roger escogió el barrio: Vallecas-Entrevías, y también el restaurante: Cruz Blanca, en donde probamos un delicioso cocido elaborado y servido como mandan los cánones castizos y que dio pie a que yo mismo esbozase un poema que veremos a ver en qué queda. Nos acompañó Eva, mi mujer (fotógrafa de <i>Entre diques y esclusas. Antología de poesía neerlandesa actual</i>), y su hija mayor. Los momentos quedaron inmortalizados por Eva con la Nikon de Roger (fotografías que me envió al día siguiente viradas a diferentes tonalidades sepias) y la conversación versó sobre poesía, Eliot y Pound, enfermedades y política (que en este país son sinónimo), acerca de Bukowski y el realismo (sucio y no sucio), música, ediciones y rendiciones (el corrector lo prefiere a reediciones) de libros, editoriales y malvados editores que compiten con el mismísimo Barbarroja, y hasta recordamos el magnífico programa literario que dirigía Sánchez Dragó (¡y qué perra es la vida!, pues justo cuando redacto estas líneas leo con enorme tristeza de su repentino fallecimiento). Roger nos dedicó un par de libros que trajimos de casa (tenemos casi toda su obra ya dedicada): una antología poética de Renacimiento y su celebérrimo <i>¡Que te follen, Nostradamus!</i>. El día era como de primavera andaluza, rozando lo veraniego. Tras la comida anduvimos unos metros hasta llegar a una terraza cercana con el fin de tomar un café (yo una copa de orujo con hielo, aunque lo que me apetecía realmente eran unos torreznos), y así estuvimos charlando bajo la sombra hasta bien entrada la tarde y con el humo del cigarrillo de Roger mezclándose con el olor de nuestros cigarros electrónicos. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6P8uR6cAcxqqJChY1bY7xCcw9f2zbgyi50UqfAN19jKjZPKEjoGKGSwjMvrNAUZRbzASWe4O7WW2olXFf9fNL2AputzpYud_R_OWM_QhJtiP9bW7mZiBxTKGpwbPAHOXP4-9sqUgX4qEzTbIPUXEwY0oM4Uqy83ClI_uat2uLDXY8P322b5_wSc4FrQ/s6016/CSC_8814.JPG" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4000" data-original-width="6016" height="426" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6P8uR6cAcxqqJChY1bY7xCcw9f2zbgyi50UqfAN19jKjZPKEjoGKGSwjMvrNAUZRbzASWe4O7WW2olXFf9fNL2AputzpYud_R_OWM_QhJtiP9bW7mZiBxTKGpwbPAHOXP4-9sqUgX4qEzTbIPUXEwY0oM4Uqy83ClI_uat2uLDXY8P322b5_wSc4FrQ/w640-h426/CSC_8814.JPG" width="640" /></a></div><div style="text-align: right;"><span style="text-align: justify;"><br /></span></div><div style="text-align: left;"><span style="text-align: justify;">El encuentro resultó enormemente agradable pero excesivamente corto para todos, pues el tiempo pasó de una forma totalmente bukowskiana: como caballos salvajes sobre las colinas. Nos despedimos con el deseo de volver a encontrarnos en el Sur, quizá organizando <i>ad hoc</i> una lectura poética de nuestro <i>The White Album</i> en plan estrellas del punk. Por fin nos habíamos conocido en carne y hueso; por fin nos pusimos altura: el buen puñado de años y de centímetros que nos separan nunca han resultado un obstáculo; de Madrid, al cielo, sin duda. </span></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgF_70CGQmSRzHFZP-fzbx3cJVmWJigWBtGcmNzdjZu5d-6C1eJH9J85C4LAzABgaEArZnTb68VbZ3ToCNWDmjk6YSS3_a4jgmTQxcV6QyV_OfN_Afv-YHLw3TNUcL6uHD_0qKVHNDg1j4h5OAaC3-j9Y0OfGL_P-JolfOfKGPOWMvghMiCYFEypg0IkQ/s6016/CSC_8820_3.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="6016" data-original-width="3525" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgF_70CGQmSRzHFZP-fzbx3cJVmWJigWBtGcmNzdjZu5d-6C1eJH9J85C4LAzABgaEArZnTb68VbZ3ToCNWDmjk6YSS3_a4jgmTQxcV6QyV_OfN_Afv-YHLw3TNUcL6uHD_0qKVHNDg1j4h5OAaC3-j9Y0OfGL_P-JolfOfKGPOWMvghMiCYFEypg0IkQ/w376-h640/CSC_8820_3.jpg" width="376" /></a></div><p style="text-align: center;">FOTOGRAFÍAS: © Eva M. Gómez Gómez</p>Antonio Cruzhttp://www.blogger.com/profile/14940860334082376459noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7423893629887646804.post-37779335167052668922022-12-28T14:20:00.000-08:002022-12-28T14:20:08.331-08:00ENTRE DIQUES Y ESCLUSAS. ANTOLOGÍA DE POESÍA NEERLANDESA ACTUAL<p style="text-align: justify;">Se reúnen aquí veinte poetas contemporáneos en lengua neerlandesa, tanto de los Países Bajos como de Flandes. Probablemente no se pueda hablar de un movimiento poético con evidencias constatables que guarden una coherencia formal ni un estilo claramente homogéneo, ni mucho menos, pero sí queda de manifiesto que estos poetas forman parte de una generación sólida en la que existe una diferencia de quince años entre el de mayor edad y el menor de todos ellos, nacidos entre los años setenta y finales de los ochenta; una pléyade de poetas que son y quieren ser transgresores con las formas, las normas gramaticales y experimentar con el lenguaje, hasta tal punto de encontrar elementos comunes con los poetas experimentales de los años cincuenta. Es una generación instruida en las nuevas tecnologías, que buscan información en internet, hacen uso de Google y Wikipedia y se sumergen escasamente en los referentes poéticos clásicos, e incluso alguno de sus miembros ni tan siquiera es de origen europeo, pero que, siendo de dos países distintos, Países Bajos y Bélgica, usan una lengua común: el neerlandés; veinte poetas que quedan reunidos en estas páginas.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgHhZvaZOlBl6KXq-zcTZWOnjlYdIqmc1VT55LEc_gnghSBJLNEBo0yfXBeVa43rX4nz3c_35P5bqQoChjXuTQ2G8dXACXERNNiA_VjbrdmDGvq_fE0gX3suHfGr00uBy85gU497Hx8axwAvNjJd3MlAaZTHqwexBKsOsiMLFujhWmHOFHfTJPI5ixzbA/s2481/portada_ant_poetas_neerl_actuales.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2481" data-original-width="1749" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgHhZvaZOlBl6KXq-zcTZWOnjlYdIqmc1VT55LEc_gnghSBJLNEBo0yfXBeVa43rX4nz3c_35P5bqQoChjXuTQ2G8dXACXERNNiA_VjbrdmDGvq_fE0gX3suHfGr00uBy85gU497Hx8axwAvNjJd3MlAaZTHqwexBKsOsiMLFujhWmHOFHfTJPI5ixzbA/w283-h400/portada_ant_poetas_neerl_actuales.jpg" width="283" /></a></div><br /><p style="text-align: justify;"><b>Autores</b>: • Maria Barnas • Annemarie Estor • Tsead Bruinja • Vrouwkje Tuinman • Mustafa Stitou• Tom Van de Voorde •Joost Baars • Thomas Möhlmann • Els Moors • Max Temmerman • Andy Fierens • Delphine Lecompte • Kira Wuck • Anne Büdgen • Ruth Lasters • Lies Van Gasse • Maud Vanhauwaert • Yannick Dangre • Frank Keizer • Maarten Inghels </p><p style="text-align: justify;"><b>Traductor</b>: Antonio Cruz Romero </p><p style="text-align: justify;"><b>Fotografías de cubierta e interior</b>: Eva M. Gómez Gómez</p><p style="text-align: justify;"><br /></p>Antonio Cruzhttp://www.blogger.com/profile/14940860334082376459noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7423893629887646804.post-72146267494380261672021-09-04T09:39:00.009-07:002024-03-22T13:27:36.536-07:00COMBATES Y TRINCHERAS EN LA POESÍA ÉPICA DE JULIO MARTÍNEZ MESANZA<p style="text-align: justify;">La poesía de Julio Martínez Mesanza (Madrid, 1955) me hace evocar el concepto de viaje en su acepción más fundamental y auténtica, remitiéndome a su vez al poema de K. Kavafis «La ciudad». Pocas cosas me entusiasman más de los viajes que su preparación, en ocasiones más que el viaje en sí mismo, pues carecería de sentido sin una serie de extraños prolegómenos y ritos casi sagrados con los que da comienzo, y cuanto más especial es la travesía, más me esmero en ello. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-8MaRzjNRnQQ/YTOgnpUh4CI/AAAAAAAAER0/GNQikBUsdSUGtBkLURthneoRL69Fl11hwCLcBGAsYHQ/s510/JMartinezMesanza.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Julio Martínez Mesanza (fotografía El Cultural)" border="0" data-original-height="295" data-original-width="510" height="231" src="https://1.bp.blogspot.com/-8MaRzjNRnQQ/YTOgnpUh4CI/AAAAAAAAER0/GNQikBUsdSUGtBkLURthneoRL69Fl11hwCLcBGAsYHQ/w400-h231/JMartinezMesanza.jpg" width="400" /></a></div><div style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;">Julio Martínez Mesanza (fotografía: <i>El Cultural</i>)</span></div><p style="text-align: justify;">Una parte esencial del preámbulo a ese viaje que me ha llevado a mi ciudad de destino, para mimetizarme en sus calles y rincones, se ha centrado en la elección de un libro, y en esta última estancia en la Casa del traductor de Ámsterdam fue la poesía de Martínez Mesanza la que me acompañó en el regreso a la que desde hace tiempo se ha transformado en una ciudad-infierno, un viaje que dio comienzo el primer día de agosto tras casi seis meses sin poder ver a mis hijas; el <i>casus belli</i> de mi larga ausencia fue una peste tan virulenta como la que Tucídides describe en su <i>Historia de la guerra del Peloponeso</i>. En aquella primera parte de mi estadía en la capital neerlandesa se tornó fundamental el poema de Martínez Mesanza «La eterna caballería», y en mi odisea, que comenzó de madrugada, me adueñé de la citada composición hasta erigirme en su protagonista; los versos con los que culmina los repetía en aquel entonces a modo de letanía: <i>La noche es larga, y hombres en la noche, / que nunca han combatido, inventan armas.</i></p><p style="text-align: justify;">Nada nuevo aporto al afirmar que Martínez Mesanza es uno de los poetas más importantes del panorama poético en nuestro idioma, con una dilatada carrera, si bien su obra lírica resulta breve pero certera, además de coherente con su forma de pensar. Martínez Mesanza pertenece a la llamada Generación de los ochenta, según el crítico y poeta José Luis García Martín, o si atendemos a Luis Antonio de Villena a los Postnovísimos (Vicente Gallego, Esperanza López Parada, Felipe Benítez Reyes, Carlos Marzal, Blanca Andreu, Luis García Montero...), un Martínez Mesanza que, bajo mi punto de vista, es el más sobresaliente y singular de toda esa generación. </p><p style="text-align: justify;">La editorial Ars Poética publicó hace unos meses <i>Jinetes de luz en la hora oscura</i>, antología poética de Martínez Mesanza editada bajo el cuidado del escritor Alfredo Rodríguez, que hace un exhaustivo recorrido por toda su obra y en donde encontramos sus poemas más emblemáticos y la temática que cohesiona y da sentido a un estilo y una poética de gran singularidad, un escritor que se siente deudor de la historia de España y sus personajes y a quien le «gustaría haber participado en la carga de Cajamarca junto a aquellos jinetes que firmaban con una cruz», toda una declaración de intenciones que tiene su fiel reflejo en todos y cada uno de sus poemas.</p><p style="text-align: justify;">Para Julio Martínez Mesanza Europa es el indiscutible epicentro de una cultura que insufla vida a su poesía y cuyo origen se remonta a Grecia y Roma, sin olvidar la esencia judía que posteriormente desembocaría en el cristianismo, presente en sus poemas de manera constante, y no sólo como hecho religioso, sino como cimiento cultural y formativo que a su vez se halla circunscrito en un inherente arraigo católico. Y con esta base de tan rocosa solidez el poeta madrileño ha construido una poética que tiene como base la Historia y las batallas, con especial hincapié en la Primera Guerra Mundial, al tiempo que sus poemas, a los que imprime una especial importancia en el aspecto formal mediante endecasílabos (aunque ausentes de rima), se ven limpios y pulidos de la parte más cruel del militarismo para dar paso a la épica, o bien habría que decir que gracias a ésta queda atenuado el belicismo pero siempre sin caer en la demagogia, dejando claro que en las guerras hay vencedores, vencidos e innumerables víctimas.</p><p style="text-align: justify;">En sus poemas hallamos una serie de elementos recurrentes que determinan sus composiciones, como por ejemplo las torres («<i>Una torre que guarda los despojos / de solares y eternas dinastías.</i>» [p. 41], «<i>Han caído las torres, y el desierto / es ahora tan grande como el alma: / esas torres que alcé y ese desierto / que quise mantener lejos del alma</i>» [p. 114]), innumerables ruinas («<i>No deja de llover sobre las ruinas / que rodea mi casa, vieja y pobre</i>» [p. 84]), las trincheras («<i>Sólo quiero volver a las trincheras, / a las trincheras donde nunca estuve</i>», [p. 131], «<i>La nieve que sepulta las trincheras / en el centro de Europa y en el centro / de un siglo despiadado y reflexivo / es el que cae en mi alma y la deprime</i>» [p. 137]), el combate («<i>Tus ojos, los que veo en el combate, / los que miran cuando me ensangriento</i>» [p. 63], «<i>Iré al combate sólo si tú vienes; / sólo si me acompañas al combate</i>» [p. 151]), los páramos («<i>Vagando por el páramo sombrío, / vagando por el páramo de cien años</i>» [p. 128], «<i>Sobre el páramo inmenso en el que vives, / un cielo lento y negro, un cielo bajo / que roza los fangales y se ensucia</i>» [p. 129]), o las noches («<i>Entre el muro y el foso, largas noches. / Negras noches de guardia junto a nadie</i>» [p. 122], «<i>Los cortos días y las largas noches / me llevarán despacio hacia tu nunca</i>» [p. 132]).</p><p style="text-align: justify;">Por su importancia rescato esta entrevista que Martínez Mesanza concedió a <i><a href="https://elcultural.com/Julio-Martinez-Mesanza-Soy-demasiado-conservador-como-para-ser-rebelde">El Cultural</a> </i>el 23 de febrero de 2018 poco después de que se le concediese el Premio Nacional de Poesía por su poemario <i>Gloria</i>, en la que contestaba a una pregunta del entrevistador de esta guisa: «[....] yo nunca me he planteado ser rebelde. Soy demasiado conservador para eso. Otra cosa es que, en los tiempos que corren, el conservadurismo sea considerado una forma de disidencia», respuesta que queda perfectamente engarzada con un estilo de construir poemas que bebe de la esencia filosófica y cultural de los Chesterton, C.S. Lewis, Tolkien o Eliot, dando forma a un concepto que va más allá de lo literario y fija un mandamiento no escrito del conservadurismo intelectual, en peligro desde su nacimiento con Burke, y más aún en el tiempo convulso que nos está tocando vivir.</p><p style="text-align: justify;">Si tienen pensado viajar, y la travesía es especialmente tortuosa y plagada de peligros, les recomiendo que les acompañen los poemas de Julio Martínez Mesanza; a mí me sirvieron de ayuda. Y si acuden a una batalla, en la que está en peligro nuestra esencia cultural, al menos encontrarán esperanza en sus poemas y compañía en la soledad de la trinchera.</p><p style="text-align: justify;">«<i>Me han arrancado el alma: ya no es mía. / Y, desde que no es mía, mi alma vive</i>». («ME HAN ARRANCADO EL ALMA») </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-BHUMzCH0awg/YTOfuvIrsHI/AAAAAAAAERs/eCO6e8ITdRYCtQXbyfwzjODWWMXLPZzdACLcBGAsYHQ/s2048/Martinez_Mesanza_ARSPoetica.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1363" height="400" src="https://1.bp.blogspot.com/-BHUMzCH0awg/YTOfuvIrsHI/AAAAAAAAERs/eCO6e8ITdRYCtQXbyfwzjODWWMXLPZzdACLcBGAsYHQ/w266-h400/Martinez_Mesanza_ARSPoetica.jpg" width="266" /></a></div><br /><p style="text-align: justify;"><i>Jinetes de luz en la hora oscura [Antología], </i>de JULIO MARTÍNEZ MESANZA. Edición de Alfredo Rodríguez. (Editorial Ars Poética)</p>Antonio Cruzhttp://www.blogger.com/profile/14940860334082376459noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7423893629887646804.post-35191709590904567932021-03-27T01:33:00.008-07:002021-04-03T01:28:45.051-07:00CIUDAD MORI Y EL AUTOEXILIO DE SERGIO MAYOR<p style="text-align: justify;">He postergado una y otra vez la redacción de esta reseña (o más bien insignificante apunte) acerca del libro de Sergio Mayor <i>Ciudad Mori </i>(Karima Editora, con magnífica fotografía de cubierta de J. L. López Bretones). Primero demorada, y más tarde abandonada, y no por desidia, no por falta de interés, sino derrotado de impotencia. Isaac Luria, el místico y cabalista judío del siglo XVI, explicaba cómo Dios creó el Universo y, puesto que éste ocupaba todo el Espacio, se contrajo y se exilió de sí mismo, se autoexilió, para ser precisos, con el fin de poder crear, y a aquella «contracción» la denominó Tsimtsum. </p><p style="text-align: justify;">Nunca he leído nada similar a lo que escribe Sergio Mayor, ni probablemente haya nadie con quien compararlo. No sé qué es lo que escribe, no podría definirlo: ¿meditaciones?, ¿profecías?, ¿microrrelatos?, ¿ensayo? o ¿sermones como los de John Donne?; ¿una imposible <i>summa theologiae</i>?; dejémoslo «simplemente» en composiciones literarias. Me he referido a Luria porque mientras leía su libro daba la sensación de que Mayor se encontraba en un sublime acto de contracción para una vez autoexiliado dejar que el torrente de palabras crease el texto por sí solo; y por eso yo me encontraba ante el vacío del folio, incapaz de escribir nada, contra el blanco cegador, como el segundo antes de la muerte de un alpinista en la soledad de la infinita montaña. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-yxGNVcbe-6M/YF3Uc-PUB-I/AAAAAAAAECI/hnau6vHFs206MPh3qFWJXHGkLFLQf0iPgCLcBGAsYHQ/s982/SergioMayor_Ideal.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="467" data-original-width="982" height="190" src="https://1.bp.blogspot.com/-yxGNVcbe-6M/YF3Uc-PUB-I/AAAAAAAAECI/hnau6vHFs206MPh3qFWJXHGkLFLQf0iPgCLcBGAsYHQ/w400-h190/SergioMayor_Ideal.jpg" width="400" /></a></div><div style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;">© Ideal</span></div><p style="text-align: justify;">Tres meses después de terminar el libro de <i>Ciudad Mori</i> aún no soy capaz de hablar de él ni expresar lo que he sentido con su lectura, porque me ha dejado seco de palabras. No me ha sorprendido, porque aún sigo estupefacto; no me he sentido sobrecogido al llegar a su última página, porque todavía me hallaba paralizado cuando hace años comencé a leer sus textos en las redes sociales. Poco después le sugerí que sus escritos podían ser perfectos para inaugurar la revista <i><a href="http://ravenswoodbooks.blogspot.com/2018/12/revista-atonaal-sergio-mayor.html">Atonaal</a></i>; Sergio Mayor encontró extraña mi petición, casi insultante, se negó, se resistió, pero accedió, como un favor, y así fue la génesis de ese primer número monográfico que bauticé como «Escritos sacros en la era de la peste digital {AñO <0}». Edité con ansiedad y asombro la revista y sus textos, e incluí en portada un enigmático grabado que aparece en el libro del poeta romántico neerlandés Willem Bilderdijk <i>De ondergang de eerste wareld</i> [La decadencia del primer mundo], mientras su lectura era el hermoso viaje hacia ninguna parte. Como en <i>Ciudad Mori</i> también el epicentro de esas visiones remitían a Granada a lomos de sugerentes alucinaciones y él su personaje principal de la mano de un reconocible <i>doppelgänger</i>; disecciona la urbe y deambula por sus calles, le practica una necropsia para luego hacerla revivir, si bien la resucita en el pasado, aunque hable del presente, elucubrada en sueños y revelaciones. </p><p style="text-align: justify;">Pero tampoco sé quién es realmente Sergio Mayor: un anacoreta, un místico o un profeta; un hombre que vive en el Sur en una cueva, un personaje salido de los relatos de Poe o Lovecraft, el amigo de los perros y las sierras, un señor que espía a las estrellas o el que se deja acariciar por el viento; no lo sé, pero sí sé que es un escritor inconmensurable, y que faltan adjetivos pues éstos no han sido inventados. No puedo decir nada más sobre su libro, pues una palabra más, o más alta una que otra tratando de justificar este texto bastaría para corromper su creación y romper el delicado equilibro que haría precipitarse todo al vacío... y yo entonces sería un farsante; pero podría escribir, para seguir dejando inconcluso este insignificante apunte, que nunca nadie ha leído nada igual a <i>Ciudad Mori</i>, ergo: <i>Ciudad Mori</i> y Sergio Mayor no existen; tampoco quienes lo han leído; sólo permanecen los que no lo leerán jamás; mi consejo es que no lo lean.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-j0ujIdZkKUI/YF3VITq4hLI/AAAAAAAAECQ/xRRULgr1Bp429FsySEYoNLQF64AvbFb6gCLcBGAsYHQ/s2048/ciudad_mori_Mayor.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1464" height="400" src="https://1.bp.blogspot.com/-j0ujIdZkKUI/YF3VITq4hLI/AAAAAAAAECQ/xRRULgr1Bp429FsySEYoNLQF64AvbFb6gCLcBGAsYHQ/w286-h400/ciudad_mori_Mayor.jpg" width="286" /></a></div><br /><p style="text-align: justify;"><br /></p>Antonio Cruzhttp://www.blogger.com/profile/14940860334082376459noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7423893629887646804.post-1603356546782249782020-10-23T11:22:00.014-07:002021-04-06T03:45:32.264-07:00PUERTAS DE ORO. LA ANTOLOGÍA POÉTICA DEFINITVA DE JOSÉ MARÍA ÁLVAREZ<p style="text-align: right;"> «Hay personas que tienen la memoria muy llena, pero el juicio muy vacío y hueco». </p><p style="text-align: right;">MICHEL DE MONTAIGNE </p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;">A ojos de un profano podría deducirse que resulta sencillo componer una antología poética: se escogen unos poemas, otros se dejan, aquellos de este apartado se ponen en cuarentena, este otro gusta pero los de las últimas páginas no tanto... pero no, no es así: en la labor del antologador debe conjugarse su propia visión personal y preferencias, con aquellas que se presuponen tendrán sus potenciales lectores, los que ya conozcan la obra pero también quienes habrían de conocerla, escogiendo con cuidado unos poemas y dejando otros, e incluso en detrimento del gusto personal de quien la lleva a buen puerto. Y si preparar una antología no es empresa fácil aunque lo aparente, escarbar y extraer los poemas más significativos de la obra de José María Álvarez (</span><span style="text-align: left;">Cartagena, 1942) todavía resulta una</span><span style="text-align: left;"> labor de mayor complejidad, dada la excelencia y vastedad de sus composiciones. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;">De José María Álvarez han aparecido diversas antologías poéticas en los últimos años, firmadas curiosamente por los mismos antologadores: Noelia Illán Conesa y Aldredo Rodríguez, dos consumados especialistas en su obra y amigos personales del escritor cartagenero. Haciendo un escueto repaso como simple enumeración, se ha publicado una antología basándose en sus ciudades predilectas, otra más teniendo como temática el amor más carnal y sensual, sello inconfundible en la poética de Álvarez (ambas en edición de Illán Conesa), y una antología más sobre su particular Venecia a cargo de Alfredo Rodríguez, que es quien se encarga de la más reciente, editada en Ars Poética bajo el título <i>Puertas de oro</i>. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;">La importancia de la antología que ha preparado el poeta Alfredo Rodríguez radica en primer término en aquello expuesto al comienzo de esta reseña, y en segundo lugar en ser capaz de hacer una selección de su magno <i>Museo de cera</i> y resto de poemarios que forman el <i>corpus</i> poético de Álvarez y hacerlo con éxito. Como <a href="http://antoniocruzromero.blogspot.com/2015/07/jose-maria-alvarez-el-ultimo-exegeta-de.html">ya hace años que escribí sobre <i>Museo de cera</i> en este mismo espacio</a>, no quiero ni caer en los mismos argumentos ni siquiera repasar lo que escribí antaño, aunque muy probablemente coincidan ambos textos. Hogaño, leyendo de nuevo los poemas que conforman esta antología, uno tiene la sensación de estar ante algo nuevo y electrizante, pero a la vez viviendo y respirando en un mundo antiguo, esplendoroso y por desgracia irrecuperable. El propio poeta considera que es autor de un sólo poemario que alcanzará en el futuro las dos mil páginas, pues los libros de poemas que van apareciendo están abocados, como un río a morir en el mar, a terminar formando parte de esa obra que simula ser su única composición y se articula de manera casi bíblica: una obra inconmensurable edificada de infinitos libros, como el engranaje que forma parte de la perfección innata de un reloj.</span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-XC4jx2lttE8/X5McWVhGbCI/AAAAAAAADpA/xB4lepk814Q7BIu8bB6Hi8Nle5kScCDngCLcBGAsYHQ/s741/puertas_de_oro_JMAlvarez.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="741" data-original-width="500" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-XC4jx2lttE8/X5McWVhGbCI/AAAAAAAADpA/xB4lepk814Q7BIu8bB6Hi8Nle5kScCDngCLcBGAsYHQ/s320/puertas_de_oro_JMAlvarez.jpeg" /></a></div><br /><p style="text-align: justify;"><i style="text-align: left;">Puertas de oro </i><span style="text-align: left;">es fiel reflejo </span>de una obra que se mira en los <i>Cantos</i> de Pound cuando en su poesía aparece de improviso el fantasma del poeta de Idaho, aunque en otras ocasiones sus versos se travistan en los de <i>La tierra baldía</i> de Eliot, ambos poetas tan bien conocidos por Álvarez; pero su <i>Museo de cera</i> actual y el venidero es como <i>Hojas de hierba</i> de Walt Whitman, al que se le van adosando más y más libros como un leviatán desbocado e imantado. <span style="text-align: left;">Álvarez es autor de un solo libro y de un solo poema dentro de otros, lubricado de borboteantes referencias; uno podría detenerse a leer sólo sus citas y dedicatorias a ilustres personajes y estar leyendo poesía. Los poemas que componen esta antología, perfectamente seleccionados por Rodríguez, en donde se mezclan odas a otros poetas, músicos y artistas, al amado Burke, por ejemplo, a la carne y el placer, a la Belleza, a la noche, el opio, el jazz... están perfectamente delimitados en un índice como ayuda para el neófito, que como <i>amuse-gueule</i> a esta antología acompaña un soberbio estudio preliminar de cuarentas páginas en el que Rodríguez analiza la obra poética de José María Álvarez teniendo como epicentro sísmico su </span><i style="text-align: left;">Museo de cera</i><span style="text-align: left;">, en una edición impecable, total y definitiva en cuanto a antologías se refiere, y un mapa con claras instrucciones para adentrarse en otro universo. </span></p>Antonio Cruzhttp://www.blogger.com/profile/14940860334082376459noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7423893629887646804.post-1401529448759397972020-02-12T09:17:00.009-08:002023-11-21T13:02:37.922-08:00EN LA MUERTE DE ROGER SCRUTON: UN PENSADOR IRREPETIBLE HEREDERO DE EDMUND BURKE<div style="text-align: right;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<div style="text-align: right;"><span style="font-size: x-small;">
«Un conservador típico es alguien que mira a su alrededor y encuentra cosas que ama, </span></div>
<div style="text-align: right;"><span style="font-size: x-small;">
y piensa que esas cosas están amenazadas, son vulnerables y tengo que protegerlas.» </span></div>
<div style="text-align: right;"><span style="font-size: x-small;"><br /></span></div><div style="text-align: right;"><span style="font-size: x-small;">
R. SCRUTON</span></div>
<br />
Cuando hace unas semanas falleció el filosofo Roger Scruton (Buslingthorpe, Lincolnshire, 1944), me encontraba casualmente enfrascado en la relectura de <i>El gran debate. Edmund Burke, Thomas Paine y el nacimiento de la derecha y de la izquierda</i>, un magnífico e imprescindible ensayo de Levin Yuval que se torna de una trascendencia infinita en estos tiempos infames en los que nuestra clase política, en su burdo complejo de erigirse como una suerte de monarca absoluto (en especial algunos), nos somete al más cruel de los padecimientos con sus decisiones irresponsables y egoístas, y quienes nos deberían gobernar no poseen ni una ruta política clara, ni mucho menos ideológica. Y me refiero a «casual» porque Scruton es el digno heredero de Edmund Burke (1729-1797), un linaje que se remonta al siglo XVIII y, aunque en muchos momentos defenestrado y hasta humillado, sigue estando vivo en los albores de este siglo XXI y se presenta más necesario que nunca. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-ChEv4-Ys34c/XkQu19CVb6I/AAAAAAAADS4/C5VKmv8jtv4tQJ94APX0IdO6mS5X7oktACEwYBhgL/s1600/Scruton-in-library-1024x512.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="512" data-original-width="1024" height="200" src="https://1.bp.blogspot.com/-ChEv4-Ys34c/XkQu19CVb6I/AAAAAAAADS4/C5VKmv8jtv4tQJ94APX0IdO6mS5X7oktACEwYBhgL/s400/Scruton-in-library-1024x512.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;">Roger Scruton</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">
La muerte no aporta absolutamente nada positivo a los vivos, a quienes sobreviven al fallecido, pero en poetas, novelistas o filósofos, el mejor homenaje que uno puede rendirles es el de releer e invocar sus escritos. Tras el citado ensayo de Yuval me sumergí en las magníficas <i>Reflexiones sobre la revolución en Francia</i> de Burke, así como con <i>Edmund Burke: redescubriendo a un genio</i>, de Russell Kirk, filósofo y teórico del pensamiento conservador estadounidense, y todo ello al tiempo que hacía lo propio con dos obras fundamentales de Scruton: <i>Cómo ser conservador</i> y <i>Conservadurismo</i>, que recomiendo encarecidamente.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-6-wz-nYPybA/XkQu15Jt-_I/AAAAAAAADTI/UL0456E0rccNtt2Vb4vr6_Gzh4HrgRBMQCEwYBhgL/s1600/Scruton_bueyMudo.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1067" height="400" src="https://1.bp.blogspot.com/-6-wz-nYPybA/XkQu15Jt-_I/AAAAAAAADTI/UL0456E0rccNtt2Vb4vr6_Gzh4HrgRBMQCEwYBhgL/s400/Scruton_bueyMudo.jpg" width="266" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Resulta del todo imposible glosar en unas simples líneas la importancia y relevancia cultural y filosófica de Roger Scruton, el gran pensador e intelectual del conservadurismo en el último medio siglo, pero sí puedo afirmar que la primera sensación que queda tras su muerte es la de una profunda sensación de orfandad intelectual, porque leer a Scruton encarna un doble objetivo: por una parte la ineludible necesidad de anclar, definir, sintetizar y por supuesto ensalzar el conservadurismo; y por otra delimitarlo y diferenciarlo de otras doctrinas políticas, en estos tiempos en los que el ciudadano y potencial votante desconoce por completo el significado de las ideologías fundamentales y sus aspectos negativos (y positivos, si los tuviese), ya que en muchos casos emana la extraña y peligrosa sensación de que las ideologías estuviesen solapándose unas con otras. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
A Edmund Burke y Thomas Paine le debemos (y agradecemos) que con aquellos intercambios de golpes epistolares, y mediante sus obras, estableciesen la clara división ideológica que existe entre la derecha y la izquierda. A los liberales, que hacen de la libertad su eje vital, la influencia del estado les parece excesivamente «grande»; el socialismo, obsesionado con la igualdad, cree justamente lo contrario: que el estado es «pequeño» y habría que agrandarlo. Para el conservadurismo, que adopta algunos de los preceptos del liberalismo (y comparte su absoluto rechazo al comunismo), la libertad es esencial, sí, pero tiene un límite, y éste viene delimitado por instituciones seculares como pueden ser la Iglesia o la Monarquía, destacando la importancia de la familia y la preservación de las costumbres y tradiciones; los conservadores entienden que la libertad sólo alcanza su máxima expresión dentro de un contexto social que de paso trata de limitar que se abuse de ésta. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El conservadurismo (lleno de romanticismo y melancolía), se forjó como concepto filosófico (y posteriormente político) en tres procesos históricos que curiosamente coincidieron con tres revoluciones: La Gloriosa de Inglaterra (en la que se instaura la Monarquía parlamentaria); la Independencia de EE.UU., y la Revolución Francesa sobre la que Burke escribió su famosa obra alertando de su peligro, y ello cuando ni tan siquiera se había guillotinado al rey Luis XVI ni a la reina consorte María Antonieta de Austria, como tampoco había instaurado el Terror su dictadura. Para el conservadurismo la revolución jamás es una solución, en cambio el hecho reformista es recomendable y necesario para poder conservar, pensando no sólo en quienes viven el momento, también en aquellos que vivieron el pasado y nos dejaron en herencia esta sociedad, pero asimismo en quienes aún no han nacido. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-PbNSLhFxOSk/XkQu18KS2rI/AAAAAAAADTA/U42QCR1nqkc47PLZp2xZis9IgbaRo2vYACEwYBhgL/s1600/EdmundBurke1771.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="672" height="400" src="https://1.bp.blogspot.com/-PbNSLhFxOSk/XkQu18KS2rI/AAAAAAAADTA/U42QCR1nqkc47PLZp2xZis9IgbaRo2vYACEwYBhgL/s400/EdmundBurke1771.jpg" width="335" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;">Edmund Burke</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">
Como Edmund Burke, político (y viejo whig enfrentado a los nuevos a causa de la Revolución francesa), filósofo y padre fundador del conservadurismo, Francia también sería para Scruton el país desencadenante de su pensamiento político. Si para el primero supuso dejar claras las insalvables diferencias entre lo que hoy denominamos derecha e izquierda, para el segundo, las famosas protestas estudiantiles de mayo del 68 le hicieron darse cuenta de que se había equivocado de bando, como afirmó en <i>The Guardian</i> el 28 de octubre de 2000: «De repente me di cuenta que estaba en el otro bando», explica, y «lo que vi era una multitud rebelde de hooligans autoindulgentes de clase media. Cuando pregunté a mis amigos que qué querían, que qué estaban tratando de conseguir con aquello, todo lo que me respondían era un ridículo galimatías marxista. Me disgustó, y pensé que debía haber una forma de defender la civilización occidental contra estas cosas. Fue entonces cuando me convertí en conservador. Supe que quería preservar el sistema en lugar de derribarlo». </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Y de esta forma Roger Scruton se convirtió en su propio país en la diana predilecta de los izquierdistas, en especial cuando en 1985 apareció su obra <i>Pensadores de la Nueva Izquierda</i>, persecución que dio lugar a un último y desagradable capítulo en 2019 cuando en una entrevista que Scruton concedió a George Eaton y fue publicada en la revista de izquierdas <i>New Statesman</i>, éste manipuló sus palabras para hacerle quedar como racista y antisemita, y aunque posteriormente se reconoció la farsa, el daño ya estaba hecho y el filósofo fue destituido como asesor del gobierno (si bien lo restituyeron en su puesto semanas más tarde). </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
En una entrevista que <i>El Cultural</i> le hizo al poeta Martínez Mesanza en febrero de 2018, éste afirmó: «[…] yo nunca me he planteado ser rebelde. Soy demasiado conservador para eso. Otra cosa es que, en los tiempos que corren, el conservadurismo sea considerado una forma de disidencia», y Scruton, como Burke, fue un auténtico rebelde, un disidente y un tenaz revolucionario sin necesidad de revolución que defendió una postura y un argumento seriamente amenazado, y que a pesar de todo sigue y seguirá existiendo. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
En este sentido de salvaguardar, proteger y conservar, para Scruton (como lo fue para Burke) el cristianismo representa el noble y robusto fundamento sobre el que se asienta cultural y socialmente Occidente, y aunque bien es cierto que con su muerte queda un inmenso vacío, nos ha legado una obra inconmensurable que actúa como el sólido cimiento de un edificio que aunque deteriorado y envejecido, él ha reformado otorgándole un renovado y necesario brillo, pues en su pensamiento confluyen, en un rehabilitado impulso, los hermosos ecos del archicitado Burke así como los de otros pensadores e intelectuales del conservadurismo como lo fueron David Hume, Coleridge, Samuel Johnson, Chateaubriand, Chesterton, Tolkien, C. S. Lewis o T. S. Eliot.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Empaparse de la obra de Roger Scruton es releer e interpretar el pasado para conservar un presente que nuestros hijos habrán de disfrutar y preservar en nuestro futuro, que será el presente de ellos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
Antonio Cruzhttp://www.blogger.com/profile/14940860334082376459noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7423893629887646804.post-32778307782639727562019-04-09T04:24:00.002-07:002021-02-20T05:03:17.218-08:00LA MUCHACHA TRAS EL CRISTAL<div style="text-align: justify;">
Ilse Starkenburg, poeta y narradora, nació en 1963 en Dieren (Países Bajos). Ha cursado estudios de Filología neerlandesa así como Filosofía en la Universidad de Groninga.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Starkenburg debutó en 1987 en la revista <i>Maatstaf</i>, y posteriormente sus cinco poemarios han aparecido en la importante editorial neerlandesa De Arbeiderspers, en donde también fue publicado el libro de relatos <i>De blinde vlek op de kaart</i> [<i>El punto ciego sobre el mapa</i>]. Ha participado en los festivales de poesía más relevantes tanto de su país como internacionales, apareciendo en diversas antologías y revistas literarias. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Por momentos hermética y enigmática, en ocasiones de un misticismo minimalista, pero sobre todo profundamente surrealista, su poesía se adentra en las antiguas sendas del experimentalismo de los Países Bajos y Flandes arrastrando reminiscencias de poetas como Lucebert, Kouwenaar o Snoek, si bien un toque de oscuro y lejano romanticismo inunda parte de sus composiciones. </div>
<div style="text-align: justify;">
<a href="http://starkenburg%20debut%C3%B3%20en%201987%20en%20la%20revista%20maatstaf%2C%20y%20posteriormente%20sus%20cinco%20poemarios%20han%20aparecido%20en%20la%20importante%20editorial%20neerlandesa%20de%20arbeiderspers%2C%20en%20donde%20tambi%C3%A9n%20fue%20publicado%20el%20libro%20de%20relatos%20de%20blinde%20vlek%20op%20de%20kaart%20[el%20punto%20ciego%20sobre%20el%20mapa].%20ha%20participado%20en%20los%20festivales%20de%20poes%C3%ADa%20m%C3%A1s%20relevantes%20tanto%20de%20su%20pa%C3%ADs%20como%20internacionales%2C%20apareciendo%20en%20diversas%20antolog%C3%ADas%20y%20revistas%20literarias.%20por%20momentos%20herm%C3%A9tica%20y%20enigm%C3%A1tica%2C%20en%20ocasiones%20de%20un%20misticismo%20minimalista%2C%20pero%20sobre%20todo%20profundamente%20surrealista%2C%20su%20poes%C3%ADa%20se%20adentra%20en%20las%20antiguas%20sendas%20del%20experimentalismo%20de%20los%20pa%C3%ADses%20bajos%20y%20flandes%20arrastrando%20reminiscencias%20de%20poetas%20como%20lucebert%2C%20kouwenaar%20o%20snoek%2C%20si%20bien%20un%20toque%20de%20oscuro%20y%20lejano%20romanticismo%20inunda%20parte%20de%20sus%20composiciones.%20ilse%20starkenburg%20es%20en%20la%20actualidad%20una%20de%20las%20poetas%20m%C3%A1s%20sugerentes%20y%20singulares%20de%20las%20letras%20neerlandesas./"><br /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><a href="http://Starkenburg%20debut%C3%B3%20en%201987%20en%20la%20revista%20Maatstaf,%20y%20posteriormente%20sus%20cinco%20poemarios%20han%20aparecido%20en%20la%20importante%20editorial%20neerlandesa%20De%20Arbeiderspers,%20en%20donde%20tambi%C3%A9n%20fue%20publicado%20el%20libro%20de%20relatos%20De%20blinde%20vlek%20op%20de%20kaart%20[El%20punto%20ciego%20sobre%20el%20mapa].%20Ha%20participado%20en%20los%20festivales%20de%20poes%C3%ADa%20m%C3%A1s%20relevantes%20tanto%20de%20su%20pa%C3%ADs%20como%20internacionales,%20apareciendo%20en%20diversas%20antolog%C3%ADas%20y%20revistas%20literarias.%20Por%20momentos%20herm%C3%A9tica%20y%20enigm%C3%A1tica,%20en%20ocasiones%20de%20un%20misticismo%20minimalista,%20pero%20sobre%20todo%20profundamente%20surrealista,%20su%20poes%C3%ADa%20se%20adentra%20en%20las%20antiguas%20sendas%20del%20experimentalismo%20de%20los%20Pa%C3%ADses%20Bajos%20y%20Flandes%20arrastrando%20reminiscencias%20de%20poetas%20como%20Lucebert,%20Kouwenaar%20o%20Snoek,%20si%20bien%20un%20toque%20de%20oscuro%20y%20lejano%20romanticismo%20inunda%20parte%20de%20sus%20composiciones.%20Ilse%20Starkenburg%20es%20en%20la%20actualidad%20una%20de%20las%20poetas%20m%C3%A1s%20sugerentes%20y%20singulares%20de%20las%20letras%20neerlandesas./">La muchacha tras el cristal. Antología minimalista</a></i>, de Ilse Starkenburg, una de las poetas más sugerentes y singulares de las letras neerlandesas.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://3.bp.blogspot.com/-MKnMchqNNZY/XKyAS_UQmTI/AAAAAAAACXw/o2ZZKP2FKBoGaaDX9El_46uQUg1KfLZewCLcBGAs/s1600/portada_starkenburg.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1136" height="400" src="https://3.bp.blogspot.com/-MKnMchqNNZY/XKyAS_UQmTI/AAAAAAAACXw/o2ZZKP2FKBoGaaDX9El_46uQUg1KfLZewCLcBGAs/s400/portada_starkenburg.jpg" width="283" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />Antonio Cruzhttp://www.blogger.com/profile/14940860334082376459noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7423893629887646804.post-34570206750601199922019-02-19T04:22:00.000-08:002021-02-20T05:03:17.471-08:00LA LUZ Y EL DIOS JUDEOCRISTIANO EN LA POESÍA<div style="text-align: justify;">
Hace unos meses O_Lumen publicó <i><a href="https://laluzsehizopalabra.blogspot.com/2018/12/antologia-de-poesia-judeocristiana-en.html">La Luz se hizo Palabra: Antología de poesía contemporánea judeocristiana en España</a></i>, en edición del poeta y teólogo Antonio Praena, y en la que he tenido la suerte de participar. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://4.bp.blogspot.com/-DKhOs1zM4ds/XGvyCYfQOnI/AAAAAAAACUM/lVU_MLrd6no6gt6FcKufOQ0Xl6wtDdlswCLcBGAs/s1600/LaLuzhizoPalabra_poes%25C3%25ADa_judeocristiana.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="267" data-original-width="189" height="400" src="https://4.bp.blogspot.com/-DKhOs1zM4ds/XGvyCYfQOnI/AAAAAAAACUM/lVU_MLrd6no6gt6FcKufOQ0Xl6wtDdlswCLcBGAs/s400/LaLuzhizoPalabra_poes%25C3%25ADa_judeocristiana.jpg" width="281" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El libro no necesita mayor explicación de la que ya aporta su título, pues hay aspectos difícilmente explicables, pero esta antología tiene como finalidad la de establecer la relación entre la poesía y el complejo concepto de Dios, perpetrados por poetas y poemas que van desde la radical ortodoxia poética hasta la mayor de las heterodoxias, porque a Dios difícilmente puede hallársele en un solo lugar, y parafraseando a Valentí Puig, que también participa en la antología: «Dios y lo sublime están también en un chip». </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://4.bp.blogspot.com/-06N9O1aEtF0/XGvzHgAZ0tI/AAAAAAAACUU/BTCV5c7ZhHwlUwmWKdXVnSoEjYkkXXbrACLcBGAs/s1600/poetas_antolog_poetas_religiosos.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="576" data-original-width="960" height="384" src="https://4.bp.blogspot.com/-06N9O1aEtF0/XGvzHgAZ0tI/AAAAAAAACUU/BTCV5c7ZhHwlUwmWKdXVnSoEjYkkXXbrACLcBGAs/s640/poetas_antolog_poetas_religiosos.jpg" width="640" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Los poetas participantes en la antología somos:</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pablo García Baena, José Jiménez Lozano, María Victoria Atencia, Antonio Colinas, Valentí Puig, Luis Alberto de Cuenca, Julio Martínez Mesanza, José Julio Cabanillas, Inmaculada Moreno, José Mateos, Javier de Navascués, Enrique García-Máiquez, Javier Asiáin, Antonio Praena, José María Jurado, Jesús Beades, Juan Meseguer, Jesús Montiel, Gonzalo Gragera y un servidor.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
Antonio Cruzhttp://www.blogger.com/profile/14940860334082376459noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7423893629887646804.post-38717604248170353272018-10-10T00:25:00.000-07:002021-02-20T05:03:17.725-08:00MENNO WIGMAN: DESCUIDADO CON LA FORTUNA<div style="text-align: justify;">
Hoy Menno Wigman cumpliría 52 años si hubiese podido escapar de ese «negror» del que hablaba en uno de sus últimos poemas, que no era otro sino la Muerte, siempre enamorada, que lo perseguía desde varios años antes y de cuyo infatigable asedio da detallada cuenta en su último trabajo, el poemario <i>Descuidado con la fortuna</i>. <br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
Hoy me hubiese gustado regalarle un poema de ese poemario traducido al español, una tarea que terminé este verano en la <a href="https://antoniocruzromero.blogspot.com/search/label/Casa%20del%20traductor">Casa del traductor de Ámsterdam</a>, y en cuya ciudad recorrí algunos de los lugares que aparecen en esos últimos poemas. Un libro que es en sí su legado, un testamento poético, una oda a la Muerte y a la enfermedad, pero también a la vida y sus paradojas, y a aquello que la hace más llevadera... no sé si mejor o peor. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Una nota escueta, Menno, para decirte que hoy también te recordaré; hoy con un propósito diferente al de estos últimos meses. Hoy te leeré para revivir tu palabra y darte vida. <i>Rust in vrede, lieve dichter</i>.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://3.bp.blogspot.com/-pVvN63WTP7o/XJ0FJnuUqtI/AAAAAAAACXE/nCYTCNHyLZoVlaYqyQjryN7lLvTn6oNTgCLcBGAs/s1600/descuidado_portada_wigman.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1128" height="400" src="https://3.bp.blogspot.com/-pVvN63WTP7o/XJ0FJnuUqtI/AAAAAAAACXE/nCYTCNHyLZoVlaYqyQjryN7lLvTn6oNTgCLcBGAs/s400/descuidado_portada_wigman.jpg" width="281" /></a></div>
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: center;">
<b>RESEÑAS</b>:<br />
<br />
-<a href="https://carlosalcorta.wordpress.com/2018/11/26/menno-wigman-descuidado-con-la-fortuna/">¿POR QUÉ AMAMOS CADA VEZ MENOS?</a>, de Carlos Alcorta. <i>El Diario Montañés</i> (23/11/2018)<br />
<br />
-<a href="http://lanauseanoticias.blogspot.com/2018/11/descuidado-con-la-fortuna-el-testamento.html">DESCUIDADO CON LA FORTUNA: EL TESTAMENTO POÉTICO DE MENNO WIGMAN</a>,<br />
de Beatriz Pérez. <i>La Náusea</i> (21/11/2018)<br />
<br /></div>
</div>
Antonio Cruzhttp://www.blogger.com/profile/14940860334082376459noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7423893629887646804.post-22675071286535709652018-06-04T01:53:00.000-07:002021-02-20T05:03:18.254-08:00UNA HABITACIÓN DE HOSPITAL CON VISTAS AL MAR<div style="text-align: justify;">
Hace escasas semanas que la editorial cacereña Letras Cascabeleras ha publicado mi último poemario: <i>Una habitación de hospital con vistas al mar. </i></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://4.bp.blogspot.com/-jwrGQNgfnas/Ww8QPpXcAgI/AAAAAAAACD0/Ry7wq--_T-U7ZpVXS3YIAghOwXmoAFNUACLcBGAs/s1600/habitacion_hospital_portada.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1115" height="320" src="https://4.bp.blogspot.com/-jwrGQNgfnas/Ww8QPpXcAgI/AAAAAAAACD0/Ry7wq--_T-U7ZpVXS3YIAghOwXmoAFNUACLcBGAs/s320/habitacion_hospital_portada.jpg" width="222" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La secuencia de poemas que forma el libro fueron escritos entre enero de 2016 y los primeros meses de 2017. Como me ocurre con cada poemario, siempre hay algún momento que activa el inicio del mismo, y aunque nunca sé con exactitud cuándo va a terminar, también hay algo que me anuncia que éste debe cerrarse, que siempre resulta lo más complicado, al menos en mi caso. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Sigo siendo fiel a mi <i>modus operandi </i>de ser<i> </i>incapaz de crear poesía si no es ante situaciones amargas y desesperantes... quizá porque es la única forma que tengo de canalizar el dolor, así que este poemario se abre en el momento exacto del anuncio de una enfermedad diagnosticada a un familiar muy cercano y de vital importancia en mi vida, y el libro se va desarrollando a la par de esa enfermedad, y hasta evoluciona con ella. Como la enfermedad parece que va quedando neutralizada, otros elementos se adueñan de sus páginas: la muerte sempiterna, la luz y las sombras, la búsqueda obsesiva de Dios, la decepción, los diferentes mecanismos del lenguaje, y por supuesto mi primera hija, que también está muy presente en varios poemas, de forma manifiesta y también velada; mi segunda hija vino justo al terminar el poemario.<br />
<br />
La importancia que este libro tiene para mí, aparte del acontecimiento que siempre supone publicar, es que constato (y asimismo me lo han expresado quienes lo han leído) que he sido capaz de conseguir una voz poética propia en la que me reconozco y con la que me siento cómodo, algo que ya intuía en el poemario <i>Grecia: guía de viaje para antipoetas y soñadores</i> y que ahora parece quedar certificado y es para mí motivo de satisfacción pues me otorga una mayor seguridad a la hora de seguir escribiendo. Como el instrumentista de jazz que busca su propio sonido, y aunque influido por otros instrumentistas y al final (con mayor o menor comprensión por parte del público) acaba por encontrarlo, esta voz poética que buscaba desde hace tiempo y en la que me reconozco ha sido construida por un lado con la ayuda de los poetas a los que leo, y por otro lado por mis propias experiencias vitales. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
En cuanto al libro, éste se estructura en dos grandes partes: «Lapsos» y «Suturas», y además existe una pequeña sección titulada «6 Poemas religiosos», cerrando el libro otra sección que contiene poemas muy breves, aforismos, pensamientos... como una suerte de apuntes que me han ayudado a componer el grueso de los poemas. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Las bellas ilustraciones del interior así como la cubierta son obra del poeta y traductor Hilario Barrero, que junto al también poeta Antonio Praena leyeron el manuscrito original de este poemario y me regalaron más de un consejo. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b>LO QUE VALE LA VIDA</b> </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>21 gramos </i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>precisan que pesa el alma humana: </i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>unas generosas cucharadas de té, </i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>una bolsa de coca adulterada. </i></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Hoy he pagado 2 con 20 </i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>por participar en una corona de flores </i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>(que ya olían a cadáver) </i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>para la madre muerta de una compañera, </i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>pues morir puede ser tan barato </i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>como el café de esta máquina del tanatorio: </i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>insípido, aguachado y sin sustancia. </i></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>«Esta vida son dos días», oigo decir, </i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>y se dan las manos, se besan </i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>y comentan lo buena que era. </i></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>A esto se reduce lo que vale la vida.</i><br />
<br />
<div style="text-align: center;">
☢</div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Reseñas en:<br />
- <a href="https://carlosalcorta.wordpress.com/2019/02/18/ntonio-cruz-una-habitacion-de-hospital-con-vistas-al-mar/">El Diario Montañés</a>, por Carlos Alcorta (15/02/2019)<br />
- <a href="http://institucional.us.es/estacion/wp-content/uploads/15.pdf">Estación Poesía</a>, por José Luis López Bretones (Invierno 2019)<br />
- <a href="https://puentesdepapel56.blogspot.com/2019/01/antonio-cruz-romero-una-habitacion-de.html">Puentes de papel</a>, por José Luis Morante (16/01/2019)<br />
- <a href="https://letralia.com/noticias/2018/08/25/una-habitacion-de-hospital-con-vistas-al-mar-de-antonio-cruz-romero/">Letralia</a>, por Beatriz Pérez (25/08/2018) <br />
- <a href="http://elatril.dominicos.org/articulos/una-habitacion-de-hospital-con-vistas-al-mar/"><i>El atril</i></a>, por Antonio Praena (31/07/2018)<br />
- <i><a href="https://profundamensuperficial.blogspot.com/2018/07/la-ausencia-que-seremos-resena-de.html">Profundamente superficial</a></i>, por Javier Gallego (4/07/2018) </div>
<div style="text-align: justify;">
- <i><a href="http://lanauseanoticias.blogspot.com/2018/06/una-habitacion-de-hospital-con-vistas.html">La Náusea</a></i>, por Beatriz Pérez (28/06/2018) </div>
<div style="text-align: justify;">
- <i><a href="https://hilariobarrero.blogspot.com/2018/06/brumas-del-norte-y-el-perfume-delsur.html#gpluscomments">Por hache o por be</a></i>, por Hilario Barrero (5/06/2018) <br />
<br /></div>
</div>
Antonio Cruzhttp://www.blogger.com/profile/14940860334082376459noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7423893629887646804.post-79320073314085776722018-05-19T08:33:00.000-07:002021-02-20T05:03:18.413-08:00MAR DE EGEO <br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://3.bp.blogspot.com/-FgeAm0kzXHg/WwGYLIhy0gI/AAAAAAAACDA/9J2Z8pyE_9ginRHj_2yM-ko4AzlK8BClgCEwYBhgL/s1600/6b%2529%2BEgeo%253A%2Bel%2Bmar%2Bazul%2Bdel%2Bpintor%2BMart%25C3%25ADnez%2BMengual.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1137" height="400" src="https://3.bp.blogspot.com/-FgeAm0kzXHg/WwGYLIhy0gI/AAAAAAAACDA/9J2Z8pyE_9ginRHj_2yM-ko4AzlK8BClgCEwYBhgL/s400/6b%2529%2BEgeo%253A%2Bel%2Bmar%2Bazul%2Bdel%2Bpintor%2BMart%25C3%25ADnez%2BMengual.jpg" width="283" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
MAR DE EGEO III</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>la playa de erizos</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>ha dibujado tu cadavérica</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>silueta… un golpe de estado</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>del mar... te ha borrado</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>la arena</i></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-rw8tOiomIMQ/WwBDX06dvKI/AAAAAAAACCc/3md7WLmBtvc6I4XhRP7tciPuh3p8I3f0ACLcBGAs/s1600/grecia.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1188" height="400" src="https://1.bp.blogspot.com/-rw8tOiomIMQ/WwBDX06dvKI/AAAAAAAACCc/3md7WLmBtvc6I4XhRP7tciPuh3p8I3f0ACLcBGAs/s400/grecia.jpg" width="296" /></a></div>
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
[De <i>Grecia: Guía de viaje para antipoetas y soñadores</i>, Letras Cascabeleras Editorial, 2016. Acuerelas de cubierta e interior: Antonio Martínez Mengual]<br />
<br />
Para ver otras pinturas, <a href="http://antoniocruzromero.blogspot.com.es/p/blog-page.html">pinchar aquí</a><br />
Antonio Cruzhttp://www.blogger.com/profile/14940860334082376459noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7423893629887646804.post-14196214228223228922018-05-08T01:58:00.000-07:002021-02-20T05:03:18.508-08:00PAISAJE E INTROSPECCIÓN EN LA POESÍA DE ALEJANDRA SZIR<div style="text-align: justify;">
La poesía no para de sorprenderme, y donde menos la<span style="color: #0000ee;"></span> espero, ahí nace, se hincha, y al final acaba explotando, como decía Hugo Claus; en este caso los heridos y los muertos no cuentan, e incluso son necesarios.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Termino de leer dos poemarios de Alejandra Szir, a la que conocí hace unos años gracias a nuestro común (y quizá enfermizo) amor por el médico y poeta maldito neerlandés J. J. Slauerhoff.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La poesía de Szir (Buenos Aires, 1971) trasciende la propia tarea de escritura: parecen pensamientos, en ocasiones una sucesión de aforismos. Su poesía es delicada y exquisita; comestible y a la vez plástica, y es netamente poesía holandesa porque a mi entender (como explico en el ensayo sobre los experimentalistas) en los territorios neerlandófonos el paisaje y el entorno marcan el resultado poético de manera determinante, y por ello en su poesía arrastra un proceso de (cuasi) abnegada asimilación que sin embargo resulta insuficiente (y hasta contraproducente) para dejar atrás su origen: salta el resorte del no autóctono, por lo que los poemas, algunos proclives al psicoanálisis, dibujan estados de introspección y nostalgia; otros son como diminutos cortometrajes, oníricos, en blanco y negro; y otros poemas simulan ser algún lienzo de naturaleza muerta del Siglo de Oro neerlandés, que cuelga en alguna húmeda casa junto a un canal en un pueblo perdido.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Szir escribe; enigmática. A continuación llega el momento de descifrar los versos... y lo escrito se convierte en conmoción, e <i>ipso facto</i> en poesía. Emoción. Ha sido Poesía.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-V_UrDlgtdmA/WvFlVsV0STI/AAAAAAAACAY/w6kan0LoZyMAzN7Htl69WXWF02NIWV5jACLcBGAs/s1600/IMG_20180508_104741_450.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-V_UrDlgtdmA/WvFlVsV0STI/AAAAAAAACAY/w6kan0LoZyMAzN7Htl69WXWF02NIWV5jACLcBGAs/s320/IMG_20180508_104741_450.jpg" width="240" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
Alejandra Szir ha realizado Estudios Latinoamericanos (Universidad de Leiden) y un bachelor de Estudios Neerlandeses (Universidad de Leiden). Ha publicado los poemarios <i>Extrañas palabras</i> (1998), <i>Suecia </i>(2006) y <i>Cuaderno </i>(2009), y el ensayo <i>Las fronteras del yo. Entre señoras, prostitutas, indios y gauchos</i> (2017), sobre el poeta neerlandés J. J. Slauerhoff. Su poesía ha aparecido en las antologías <i>Poetas Argentinas, 1961-1980</i> (2007) y <i>Si Hamlet duda le daremos muerte. Antología de poesía salvaje</i> (2010). Ha traducido <i>Los binóculos</i>, del neerlandés Louis Couperus, publicado en la antología de cuentos <i>Voces de las tierras bajas</i> (Bogotá, 2016).<br />
<br /></div>
Antonio Cruzhttp://www.blogger.com/profile/14940860334082376459noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7423893629887646804.post-24784757581330393112018-02-20T04:19:00.000-08:002021-02-20T05:03:18.759-08:00TIERRA, NO SEAS DURA. (RECORDANDO A MENNO WIGMAN)<div style="text-align: justify;">
<a href="http://ravenswoodbooks.blogspot.com.es/2018/02/buen-viaje-querido-menno-menno-wigman.html">El poeta neerlandés Menno Wigman falleció el 1 de febrero de forma repentina</a>. Padecía una extraña enfermedad de corazón que le había sido detectada hace años, y una neumonía ha acabado con él a los 51 años de edad en un hospital de Ámsterdam (en donde yo también estuve en una ocasión, por intentar patinar sobre el hielo y partirme la ceja). Ciertamente esta concatenación de enfermedades y la posterior muerte me ha recordado a la de Slauerhoff.<br />
<br />
Poco después de conocer su muerte me vino a la memoria una anécdota que detallaba él mismo en su raro diario en donde hablaba de varios
escritores que habían pedido ser enterrados con su libro favorito. Wigman fue enterrado una semana más tarde en aquel cementerio junto al Amstel que tantas veces he recorrido buscando tumbas de músicos y escritores. Ha sido un inesperado golpe, una pérdida prematura e injusta (como todas las muertes) que será muy difícil de olvidar. Si imagino mi tristeza, que sólo lo conocía por el intercambio de e-mails y mensajes, no quiero pensar en cómo se deben sentir sus seres más queridos<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://3.bp.blogspot.com/-okEMd5yn7aQ/WowNbWyKigI/AAAAAAAAB4g/s-ocwx2XnJ4V4hwhGu0TjsdaiqFp7r2PwCLcBGAs/s1600/menno.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="374" data-original-width="665" height="223" src="https://3.bp.blogspot.com/-okEMd5yn7aQ/WowNbWyKigI/AAAAAAAAB4g/s-ocwx2XnJ4V4hwhGu0TjsdaiqFp7r2PwCLcBGAs/s400/menno.jpeg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">© Maarten Bezem</td></tr>
</tbody></table>
</div>
<div style="text-align: justify;">
Contacté con él por vez primera hace un año. Desde el primer instante me pareció una persona agradable en el trato, atenta, educada y hasta cariñosa. Como siempre me ocurre con aquellos poetas a los que traduzco, establezco con ellos una relación en la que incluso llego a sentir (y creer) que nos conocemos desde hace tiempo, los hago parte de mí, leo sobre su vida, compro sus libros y hasta cuelgo sus retratos en mi biblioteca, y si algunos lectores son capaces de llegar a experimentar esa sensación, traducir a un escritor es como si se estuviese conviviendo con él y te introdujeses en su propio pensamiento, y en mi caso hablo de la traducción de escritores muertos, que era a quienes hasta entonces había traducido, pero Wigman fue <a href="http://ravenswoodbooks.blogspot.com.es/2017/05/en-verano-todas-las-ciudades-apestan.html">el primer poeta vivo que vertía al castellano</a>, así que le preguntaba dudas, él me respondía con largas explicaciones, me señalaba versos, me detalla la intrahistoria del poema, me preguntaba cómo iba la traducción, me ayudaba... y hasta me felicitó por mi cumpleaños y yo le envié en octubre la plaquette que me editó en Brooklyn Cuadernos de Humo, aunque sé que no entendía la lengua española. <br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-0Xilf2J-giE/WpkdmAQiOoI/AAAAAAAAB44/fR7uMmWgbcAz3cEYcLDBWd1fQtQgOEi5gCLcBGAs/s1600/IMG_20180301_210905_512.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="300" src="https://1.bp.blogspot.com/-0Xilf2J-giE/WpkdmAQiOoI/AAAAAAAAB44/fR7uMmWgbcAz3cEYcLDBWd1fQtQgOEi5gCLcBGAs/s400/IMG_20180301_210905_512.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
La primera sensación que tuve al leer a Wigman es que no sólo estábamos ante el mejor poeta de su generación de las letras neerlandesas, como afirman todos, sino al mejor de los vivos. Su particular visión de la vida, su escritura refinada, trabajada, precisa, en donde pulía la métrica como ya no se acostumbra a hacer, un estilo singular, oscuro, romántico, que remitía a los Baudelaire, Nerval, Rilke o Slauerhoff; clásico y posmoderno a la vez, y con una calidad poética que queda corroborada en sus dos últimos poemarios. Si Slauerhoff está considerado el mejor poeta de las letras neerlandesas, Wigman está junto a él, y no porque haya muerto ahora, sino por las sensaciones que ya en vida transmitía, digno de estar junto a Hugo Claus, Achterberg, Paul Snoek, Nooteboom, Gerrit Kouwenaar y Lucebert; entre los más grandes poetas en lengua neerlandesa de todos los tiempos.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-sSpdT6iAlEg/WShSgj6Cv5I/AAAAAAAABoI/WWc2KD6XsAgPw39829jf_GD0l0VBMDrHwCPcBGAYYCw/s1600/portada_wigman.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1129" height="400" src="https://2.bp.blogspot.com/-sSpdT6iAlEg/WShSgj6Cv5I/AAAAAAAABoI/WWc2KD6XsAgPw39829jf_GD0l0VBMDrHwCPcBGAYYCw/s400/portada_wigman.jpg" width="281" /></a></div>
<br />
Estos días he estado releyendo
sus poemas, sus escritos, mis versiones al español y los innumerables mensajes que intercambiamos, y un poco obsesionado con su muerte.<br />
<br />
Sigo pensando que los Países Bajos y las tierras que milagrosamente existen a lo largo de la costa del Mar del
Norte y los territorios que desde ahí surgen, resultan inspiradoras para escribir la poesía más llena de tristeza de las posibles, puede que por las nubes, la brisa o la incesante lluvia; quizá por las gaviotas, los canales o por los colores grisáceos de sus paisajes, la luz mortecina y
el cielo plomizo. Me siento tan triste como afortunado de haber traducido su poesía y haber tratado con él, aunque aún hoy la pena pesa demasiado. ¡Tierra, no seas dura con él! <br />
<br />
<i>Aarde, wees niet streng. Dag, lieve dichter; dag lieve Menno!</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
Antonio Cruzhttp://www.blogger.com/profile/14940860334082376459noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7423893629887646804.post-65554286014844074012018-01-17T10:36:00.000-08:002021-02-20T05:03:18.886-08:00DIBUJANDO LA EXÉGESIS DE UNA PENA. (C. S. LEWIS Y OTROS ESCRITORES CATÓLICOS)<div style="text-align: justify;">
<div style="text-align: right;">
<i> </i>«Si Dios fuera un simple sustituto del amor,</div>
<div style="text-align: right;">
habríamos perdido todo interés por Él».</div>
<div style="text-align: right;">
C. S. LEWIS</div>
<div style="text-align: right;">
<br /></div>
<div style="text-align: right;">
</div>
Hemos tenido la suerte de que la literatura británica nos haya deleitado con un póker único e irrepetible de escritores que al mismo tiempo (como una casualidad que no es tal), poseen una característica común y esencial: el ser católicos y hacer proselitismo de esa condición tanto en su vida como en su obra. Me estoy refieriendo a T. S. Eliot, J. R. R. Tolkien, G. K. Chesterton y C. S. Lewis, circunscritos al mismo tiempo por una sugerente suerte de iniciales que no puedo dejar pasar por alto.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://2.bp.blogspot.com/-uqoo2Phdcr8/Wly20xWos_I/AAAAAAAAB2k/MTy9zB3zAvwgpc8lFJPh8gjXMmwFG4MOACLcBGAs/s1600/GK.chesterton.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="500" data-original-width="800" height="200" src="https://2.bp.blogspot.com/-uqoo2Phdcr8/Wly20xWos_I/AAAAAAAAB2k/MTy9zB3zAvwgpc8lFJPh8gjXMmwFG4MOACLcBGAs/s320/GK.chesterton.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Gilbert Keith Chesterton</td></tr>
</tbody></table>
Los cuatro fueron virtuosos y refinados en una literatura que hoy en día sigue latente, desde la poesía de Eliot, considerado ya en vida un clásico y heredero de los Dante, Milton y Blake hasta alguna de las novelas de Chesterton (que también trabajó de manera minuciosa el ensayo) cuyo protagonista es el Padre Brown, en apariencia una persona inofensiva, y que significó el alumbramiento de un personaje genial. A Tolkien por desgracia hoy lo conoce hasta el que no lee nunca, desgracia porque considero que las películas que han hecho de sus novelas han banalizado de manera alarmante su trabajo. Su obra maestra, <i>El Señor de los Anillos</i>, es mucho más que la primera gran novela de la literatura fantástica: es el lugar en donde se da cita el choque atemporal e inmortal entre el Bien y el Mal y en cuyas páginas subyacen innumerables elementos propios de la teología católica. Y el cuarto de estos escritores católicos es C. S. Lewis, íntimo amigo de Tolkien, y que sin olvidar sus obras de fantasía, destaca de manera brillante en la apologética.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-Pnj7RGNTO8w/Wly3BpJGPRI/AAAAAAAAB20/sXEtTgR_kaUEeJ5UhOD6H6v4toox9pitACEwYBhgL/s1600/lewis_tolkien.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="900" data-original-width="1600" height="180" src="https://1.bp.blogspot.com/-Pnj7RGNTO8w/Wly3BpJGPRI/AAAAAAAAB20/sXEtTgR_kaUEeJ5UhOD6H6v4toox9pitACEwYBhgL/s320/lewis_tolkien.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Lewis / Tolkien</td></tr>
</tbody></table>
Dos de ellos pasaron del agnosticismo más puro (e incluso del ateísmo) al catolicismo, como es el caso de Chesterton y el propio C. S. Lewis. T. S. Eliot, nacido en EE.UU. y cuyos antepasados eran de origen inglés, se naturalizó ciudadano británico en 1927, habiéndose convertido poco antes al anglo-catolicismo; años más tarde pronunció aquella contundente frase que constituye en sí una razón de ser y un credo: «Soy clásico en literatura, conservador en política y anglocatólico en religión». Y Tolkien, nacido en el seno de una familia baptista, fue convertido por su madre al catolicismo a la edad de ocho años, una conversión reforzada por el sacerdote católico Francis Xavier Morgan, de padre galés pero oriundo de Cádiz, que ejerció como tutor de Tolkien y supuso una notable influencia intelectual y teológica en su obra.<br />
<br />
Mi primer acercamiento a Lewis fue a través de Tolkien, y en estos días, dos amigos de esos que llegan cuando uno se siente ahogado y prácticamente derrotado, me han prestado un par de libros de Lewis, entre ellos <i>Una pena en observación</i>, llevada al cine de manera magistral por Richard Attenborough con el título <i>Tierras de penumbra</i> y protagonizada de manera no menos sobresaliente por Anthony Hopkins y Debra Winger. Es un libro corto que aparenta por ello ser simple, pero resulta todo lo contrario, y es como un trozo de carne que hay que masticar una y otra vez hasta que por fin percibes que puede ser ingerido, y afirmo esto no de forma peyorativa, sino todo lo contrario: la brevedad de una obra que te deja la sensación de estar frente a la autopsia de una pena que el autor va desgranando ayudado de unas convicciones y una fe inquebrantables que estremecen a propios y extraños.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://3.bp.blogspot.com/-hGFCzkBc2bY/Wl8O4yGdMwI/AAAAAAAAB3A/x5thluY_IdUX6qjeZSqQeUh-HkUwymzFwCLcBGAs/s1600/Una%2Bpena%2Ben%2Bobservaci%25C3%25B3n-1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1041" height="320" src="https://3.bp.blogspot.com/-hGFCzkBc2bY/Wl8O4yGdMwI/AAAAAAAAB3A/x5thluY_IdUX6qjeZSqQeUh-HkUwymzFwCLcBGAs/s320/Una%2Bpena%2Ben%2Bobservaci%25C3%25B3n-1.jpg" width="208" /></a></div>
<br />
El librito expone de manera descarnada la pérdida de un ser querido, en este caso la esposa de Lewis, Helen Joy Davidson Gresham, con la que el escritor había contraído matrimonio en 1956 y terminó con la muerte de ésta en 1960. «Dios dónde se ha metido», se pregunta Lewis una y otra vez en las primeras páginas, casi parafraseando la frase de Cristo en la cruz (tomada del Salmo 21): «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?», aunque su actitud nada tiene que ver con la postura desafiante que tiene Job con Dios, pues a pesar del duro trance por el que está pasando Lewis, ya en esos primeros momentos del libro deja bien claro que sigue creyendo y confiando en Dios y establece un paralelismo entre el matrimonio y la religión católica que tiene como nexo el amor.<br />
<br />
Sigue relatando el escritor su pena, introduciéndose en ella, escarbando, ahogándose, y manifiesta, tras afirmar que no siempre tiene a Helen en mente, que «los ratos en que no estoy pensando en ella puede que sean los peores», y habla de las agonías y los momentos de locura que le sobrevienen en la noche, y sigue regalando frases impactantes, como cuando dice que «mi amor por H. y mi fe en Dios eran de una calidad muy parecida», o cuando justifica en cierto modo toda su desgracia y asume con estoicismo el dolor que le desgarra la vida: «Si existe un Dios bienintencionado, será que esas torturas son necesarias».<br />
<br />
C. S. Lewis aplica una exhaustiva observación a su pena, la pérdida de su esposa, pero su práctica puede administrarse con el mismo fundamento a la muerte de los padres, o de un hermano, o más aún ante la pérdida o incluso ausencia de unos hijos. Merece la pena asombrarse con esta lectura y participar de ella.<br />
<br /></div>
Antonio Cruzhttp://www.blogger.com/profile/14940860334082376459noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7423893629887646804.post-30381984596736882622017-12-13T03:13:00.004-08:002022-12-28T17:27:52.458-08:00UN DIÁLOGO CON MERTON <div style="text-align: justify;">
El pasado mes de noviembre ha sido de recogimiento interior por un lado, y a la vez de especial y compleja intensidad por otro, también en lo que respecta a mis lecturas: he terminado varias novelas de Auster y Philip Roth (dos asignaturas pendientes); he leído las conferencias que de Borges se recogen en <i>Siete noches</i>, las poesías completas de Juan Luis Panero y gran parte de la poesía de Raúl Zurita; tengo pendientes un par de libros de C. S. Lewis que me han dejado dos buenos amigos y he releído el Libro de Job, por el que tengo, junto al profeta Jonás, una especial predilección. Y para terminar de enumerar mis últimas actividades, he hecho varias traducciones y he llenado mi casa de cactus (algunos con muchas pinchas) que he pasado de una a otra maceta.<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
<a href="https://4.bp.blogspot.com/-OPvou6c_Yn4/Wi_GLYXg4eI/AAAAAAAAB04/82Ema06Q55gBZiZjHq5c7pEyFi764l89ACLcBGAs/s1600/img_thomas_merton.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1072" height="320" src="https://4.bp.blogspot.com/-OPvou6c_Yn4/Wi_GLYXg4eI/AAAAAAAAB04/82Ema06Q55gBZiZjHq5c7pEyFi764l89ACLcBGAs/s320/img_thomas_merton.jpg" width="214" /></a> </div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Frente al fuego de una chimenea y con el frío propio de estos días he concluido la fascinante lectura de <i>El signo de Jonás, </i>uno de los diarios de Thomas Merton (1915-1968), monje trapense que ingresó en 1941 en la abadía de Nuestra Señora de Getsemaní (Kentucky) y permaneció entre sus muros veintisiete largos años. Fue casualmente la luz la que al dejar el libro sobre el suelo me regaló esta significativa imagen:<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
<a href="https://4.bp.blogspot.com/-cNxsx2k3R-s/WjEKZdbwQtI/AAAAAAAAB1o/9v5dwjJ1rMcFEOjFPNxViGduzW9W2JYEwCLcBGAs/s1600/IMG_20171207_150725_153.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="320" src="https://4.bp.blogspot.com/-cNxsx2k3R-s/WjEKZdbwQtI/AAAAAAAAB1o/9v5dwjJ1rMcFEOjFPNxViGduzW9W2JYEwCLcBGAs/s320/IMG_20171207_150725_153.jpg" width="240" /></a> </div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Las páginas del libro son un cúmulo de deliciosas impresiones de la vida austera y bucólica de un monje y su relación e íntima conversación con todo cuanto le rodeaba, y no sólo con el aspecto religioso, también con la poesía y muy especialmente con los poetas místicos (San Juan de la Cruz, Jan van Ruysbroeck...), Rilke, Blake, Eliot... así que me ha sido imposible parar de subrayar los comentarios y hermosas descripciones que realiza sobre la naturaleza y las luces del día y de la noche que este monje trapense tan bien vivó. Merton también me ha evocado al poeta romántico Guido Gezelle (1830–1899), profesor, sacerdote y uno de los padres del flamenco (como diferenciación del neerlandés) que le cantó a la muerte, a Dios y a la naturaleza. </div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
Pasados los momentos iniciales me embargó por completo la sensación de que no era la primera vez que leía a Merton, pero sí: era la primera vez. Transcurrido medio centenar de páginas ya me percaté del origen de esa sensación primigenia: leía a Merton pero al tiempo leía al poeta y traductor Hilario Barrero (que ganó el premio de Poesía Gastón Baquero con el curioso seudónimo de Arcipreste de Bruklin).</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<div style="text-align: center;">
<a href="https://4.bp.blogspot.com/-uUw2yfmbG2Y/Wi_GiytSASI/AAAAAAAAB08/bfRhnwX69MYC6d6eD4druATsAqjvjNe7QCLcBGAs/s1600/barrero.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="512" data-original-width="512" height="320" src="https://4.bp.blogspot.com/-uUw2yfmbG2Y/Wi_GiytSASI/AAAAAAAAB08/bfRhnwX69MYC6d6eD4druATsAqjvjNe7QCLcBGAs/s320/barrero.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
Conforme avanzaba mi lectura de Merton, más encontraba a Barrero. Las descripciones de la luz, uno en la campiña y el otro en la gran ciudad; el intimismo en ambos y una asombrosa similitud en estilo y estética desde dos mundos tan apartados entre sí pero que esconden tanto en común; la descripción de los insectos en uno y el comportamiento del ser humano en el otro, hasta que Merton cita a Dickinson y detalla las sensaciones que ésta le suscita, una poeta que es referente en Barrero y atraviesa parte de su obra: «La hermana Jacoba, de Malden, me ha enviado su libro sobre Emily Dickinson. Me siento feliz sumergiéndome en él y hallando una persona –Emily– con mis aspiraciones, aunque en diferente sentido. ¡Ah, si el buen criterio de Emily me acompañara!», dice Merton, que más tarde habla de las abejas de esta guisa: «Estoy aquí rodeado de abejas y escribiendo en este libro. Las abejas son felices y, por ello, silenciosas»; y no puedo sino recordar un poema de Dickinson que el propio Barrero tradujo así:<br />
<br />
<i>Para hacer una pradera </i><br />
<i>se necesita un trébol y una abeja, </i><br />
<i>un trébol y una abeja </i><br />
<i>y ensueño. </i><br />
<i>Bastará con el ensueño</i><br />
<i>si las abejas son pocas.</i><br />
<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
<a href="https://3.bp.blogspot.com/-0ZGwVE6MrwU/Wi_GsOJ8TvI/AAAAAAAAB1A/vPz-u17bizQ-nJI6_eEhGCz7C1iDkJWBwCLcBGAs/s1600/1200px-Black-white_photograph_of_Emily_Dickinson2.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1471" data-original-width="1200" height="200" src="https://3.bp.blogspot.com/-0ZGwVE6MrwU/Wi_GsOJ8TvI/AAAAAAAAB1A/vPz-u17bizQ-nJI6_eEhGCz7C1iDkJWBwCLcBGAs/s200/1200px-Black-white_photograph_of_Emily_Dickinson2.png" width="163" /></a> </div>
<br />
Ahora rescato la fabulosa serie de diarios de Barrero (que tienen lugar principalmente en Nueva York) y los comparo con el de Merton, y comienza a producirse este hermoso diálogo que halla una intensa conexión en la religiosidad
de la vida:<br />
<br />
–H. B.: Al salir de su casa la luz se ha nublado y parece que va a llover. Dicen que es tiempo de huracanes.<br />
–T. M.: Las nubes negras comenzaron a amontonarse sobre la quebrada. <br />
–H. B.: He vuelto a ver el cuervo sobre el edificio de enfrente. Así, reposando, parecía un bulto negro y deshuesado, sólo unas plumas que brillaban mojadas con la lluvia de la mañana.<br />
–T. M.: Y ahora estamos en plena primavera, y aquí todo es verdor, la luz lo satura todo, los pájaros cantan, y perfuma el aire el aroma de la leña del bosquecillo de cedros que hemos quemado frente a la abadía. <br />
–H. B.: Cae tan a plomo que la nieve es un campo de Castilla con una profundidad blanca y brillante.<br />
–T. M.: Todo era dorado, carmesí, azafranado, y al fondo lucía un limpio azul con tonalidades de aguamarina. <br />
–H. B.: Por la tarde comienza a nevar. Está la casa cálida, con luz de nieve entrando por la ventana. Huele a pan cocido y a manzanilla.<br />
–T. M.: Contemplo, sentado, los grandes copos de nieve que ya comienzan a caer alrededor de las ventanas como blancas plumas. <br />
–H. B.: Miro la ventana y es casi de noche y sólo son las seis y media. Una lluvia persistente cae sobre los árboles llenos de vida y la gente que vuelve del trabajo cruza deprisa la calle.<br />
–T. M.: La escarcha ponía en los campos una blancura de acero y cada brizna de hierba parecía rígida como un alambre.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://4.bp.blogspot.com/-rjiC4iW1Xo4/Wi_IKz37goI/AAAAAAAAB1U/u7CJHvpRSUclTjQPGQJ7QKHdmgEaI82CwCLcBGAs/s1600/Farm_fields_%2528Abbey_of_Gethsemani%2529.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="600" data-original-width="800" height="240" src="https://4.bp.blogspot.com/-rjiC4iW1Xo4/Wi_IKz37goI/AAAAAAAAB1U/u7CJHvpRSUclTjQPGQJ7QKHdmgEaI82CwCLcBGAs/s320/Farm_fields_%2528Abbey_of_Gethsemani%2529.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Campos de Getsemaní</td></tr>
</tbody></table>
¿Quién no ha soñado con sentir y estremecerse con las descripciones de Merton y Barrero? ¡Qué forma tan envidiable de sentir la vida! <br />
<br />
Me espera ahora el libro <i>La montaña de los siete círculos</i>, que mi padre está terminando de leer y me anuncia de su belleza. </div>
Antonio Cruzhttp://www.blogger.com/profile/14940860334082376459noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7423893629887646804.post-10964020985447751372017-10-02T04:12:00.003-07:002021-02-20T05:03:19.267-08:00LA BIBLIOTECA DE LOS MUERTOS<div style="text-align: justify;">
En ocasiones, cuando recoloco mis libros, los clasifico, leo, descarto, releo... me imagino con tristeza qué será de ellos pasado un tiempo, cuando irremediablemente yo ya no sea su dueño. Me gustaría pensar que serán para mis hijas, y así lo espero, o que más en el futuro caerán en manos de alguien que al menos le ponga el mismo interés y cariño que yo les pongo ahora. Contemplo las baldas y sus inquilinos y percibo que en ellos está parte de mi vida, y yo ya soy parte de ellos. Aquel libro que me regalaron en una fecha especial; el que yo compré en un viaje y en una ciudad concreta; una ansiada primera edición; el que encontré por casualidad en una librería perdida; una edición subrayada y anotada por un lector anónimo; un ejemplar con una cubierta especial; un libro dedicado por su autor, a mí o a otra persona.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-CCrIkYy1H-M/WdK6_LD1EsI/AAAAAAAABtc/xPfWZFO14EcKjzJPTs0818M-ROIG_6v7wCLcBGAs/s1600/armario.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="960" data-original-width="623" height="320" src="https://2.bp.blogspot.com/-CCrIkYy1H-M/WdK6_LD1EsI/AAAAAAAABtc/xPfWZFO14EcKjzJPTs0818M-ROIG_6v7wCLcBGAs/s320/armario.jpg" width="207" /></a></div>
<br />
Como ya he explicado <a href="http://antoniocruzromero.blogspot.com.es/2014/03/bibliofilia-y-canibalismo.html">en este mismo blog</a>, fue uno de los muchos artículos que sobre bibliofilia tiene escritos el poeta y novelista Juan Bonilla lo que definitivamente me introdujo en ese mundo, algo que le comenté al propio escritor hace unos años: «ha sido culpa tuya». Me preguntó que qué me gustaba y le dije que todo: primeras ediciones, dedicados, raros, americana, ilustrados, cartas, literatura en lengua neerlandesa, los procedentes de las bibliotecas de escritores, elzevires y moretus (estos últimos mi debilidad)... «Entonces tienes un grave problema», me replicó, y así es, porque he perdido el control y tiendo a cierto canibalismo bibliófilo, y el lugar en donde conviven amenaza con devorarme (yo quería una casa para tener mis libros reunidos, y para nada más).</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-fR7On226pQg/WdIeY_Jqe7I/AAAAAAAABtE/frsQTjbLRWc1xT6UqmMuqsTGzBIgA6HhACEwYBhgL/s1600/Coetzee.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="274" data-original-width="206" src="https://2.bp.blogspot.com/-fR7On226pQg/WdIeY_Jqe7I/AAAAAAAABtE/frsQTjbLRWc1xT6UqmMuqsTGzBIgA6HhACEwYBhgL/s1600/Coetzee.jpg" /></a></div>
<br />
La bibliofilia hace disfrutar al que se adentra en su mundo, siendo posible el autoimponerse los límites (delimitados
por el vil metal) y sin necesidad de buscar los impagables incunables y
otras joyas encuadernadas. En mi caso «Los imposibles y ansiados» los registro en un
cuaderno con cuya cubierta ya salivo nada más verla cual perro de Pavlov.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-DzEtDh9DoBU/WdK6OY211lI/AAAAAAAABtQ/iUk4DvnwpEg8v6v81GbfQk0QzcqSjAoowCLcBGAs/s1600/cuaderno.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="960" data-original-width="561" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-DzEtDh9DoBU/WdK6OY211lI/AAAAAAAABtQ/iUk4DvnwpEg8v6v81GbfQk0QzcqSjAoowCLcBGAs/s320/cuaderno.jpg" width="187" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-IYz_I_-2kQQ/WdK6OSz653I/AAAAAAAABtU/EQ8TZVBb-0kf5e4VBN5MG3GWyOO7jDWKwCLcBGAs/s1600/cuaderno_1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="833" data-original-width="960" height="277" src="https://1.bp.blogspot.com/-IYz_I_-2kQQ/WdK6OSz653I/AAAAAAAABtU/EQ8TZVBb-0kf5e4VBN5MG3GWyOO7jDWKwCLcBGAs/s320/cuaderno_1.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
He recibido en las últimas semanas uno con el autógrafo del premio Nobel
J. M. Coetzee y dos que pertenecieron al escritor neerlandés Joost
Zwagerman, que se suicidó hace ahora dos años y cuya biblioteca ha
acabado siendo tristemente desmantelada (aunque yo haya terminado
«beneficiándome» de tal situación). Y me vuelvo a preguntar cuál será el
destino de estos libros míos que he ido coleccionado con tanto esmero, y
esos objetos que como centinelas los protegen y que la mayoría
considera absurdos.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-Q05dNqMzb0Q/WdIeZdWNLOI/AAAAAAAABs0/R2Mi40bFAhYM9xBm9uGhNrbC1iVGB6NLQCEwYBhgL/s1600/Dedicatoria.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="960" data-original-width="720" height="320" src="https://2.bp.blogspot.com/-Q05dNqMzb0Q/WdIeZdWNLOI/AAAAAAAABs0/R2Mi40bFAhYM9xBm9uGhNrbC1iVGB6NLQCEwYBhgL/s320/Dedicatoria.jpg" width="240" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://3.bp.blogspot.com/-ct679NoXX1o/WdIeagIR8gI/AAAAAAAABs8/TYAaCrQGmasfvflDARe8QW_shYvpjvM8wCEwYBhgL/s1600/libros_bibl_Zwagerman.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="960" height="240" src="https://3.bp.blogspot.com/-ct679NoXX1o/WdIeagIR8gI/AAAAAAAABs8/TYAaCrQGmasfvflDARe8QW_shYvpjvM8wCEwYBhgL/s320/libros_bibl_Zwagerman.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-sFGm4-b9hFU/WdIea4TutrI/AAAAAAAABtA/9TsRPl6I0ekJSQ9MfE152DpkAG2AZ-xgwCLcBGAs/s1600/figuras_poe.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="960" data-original-width="720" height="320" src="https://2.bp.blogspot.com/-sFGm4-b9hFU/WdIea4TutrI/AAAAAAAABtA/9TsRPl6I0ekJSQ9MfE152DpkAG2AZ-xgwCLcBGAs/s320/figuras_poe.jpg" width="240" /></a></div>
<br />
<br />
Al final los que coleccionamos libros estamos construyendo sin reparar mucho en ello una auténtica biblioteca de los muertos, que algún curioso como yo seguirá mis pasos.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://4.bp.blogspot.com/-Ju4CtDqNwYU/WdIeZwd6r4I/AAAAAAAABs4/oA_BQvgzccYG4tszv0E9hSe7FJ5p6ztcwCEwYBhgL/s1600/Zwagerman.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="960" data-original-width="708" height="320" src="https://4.bp.blogspot.com/-Ju4CtDqNwYU/WdIeZwd6r4I/AAAAAAAABs4/oA_BQvgzccYG4tszv0E9hSe7FJ5p6ztcwCEwYBhgL/s320/Zwagerman.jpg" width="236" /></a></div>
<br /></div>
Antonio Cruzhttp://www.blogger.com/profile/14940860334082376459noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7423893629887646804.post-83526903756690518872017-08-20T15:46:00.001-07:002022-12-28T17:20:30.545-08:00EN VERANO TODAS LAS CIUDADES APESTAN, SEGÚN MENNO WIGMAN<div style="text-align: justify;">
En los últimos días de abril concluí la traducción de una antología poética del neerlandés Menno Wigman (Beverwijk, 1966) que vio la luz a comienzos del mes de junio. Este breve artículo llevaba meses preparado (y de hecho ya se usó en la web de la editorial), si bien opté en aquellos días en que lo conveniente era que se publicase ahora, cuando por suerte resta poco para que quede sepultado para siempre este verano de 2017 (que no hay sido de mis peores). </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://4.bp.blogspot.com/-hjL6BPiVIa4/WZdlSo6PfAI/AAAAAAAABpk/TgHrqXoe3eAyX0Z4jkEgDkQE3jIAXzRLQCLcBGAs/s1600/menno-wigman_1.600x600.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="413" data-original-width="407" height="320" src="https://4.bp.blogspot.com/-hjL6BPiVIa4/WZdlSo6PfAI/AAAAAAAABpk/TgHrqXoe3eAyX0Z4jkEgDkQE3jIAXzRLQCLcBGAs/s320/menno-wigman_1.600x600.jpg" width="315" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">© Bianca Sistermans</td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
Wigman es no sólo poeta, también traductor —nada menos que de Baudelaire, Thomas Bernhard, Rilke o Gérard de Nerval—, ensayista y editor de poesía, y está considerado el poeta más brillante de su generación en lengua neerlandesa. Sus influencias literarias transitan por el légamo de poetas de una trascendencia irrepetible: el oscuro romanticismo de E. A. Poe; el simbolismo del siglo XIX y los decadentistas Laforgue, Lorrain, y por supuesto Baudelaire; los <i>poètes maudits </i> Verlaine, Rimbaud o Nerval; la temática de Rilke trasvasada al actual mundo postmoderno; o el elemento neerlandés que halla su remedio más inmediato en Hendrik Marsman y en la amargura y postromanticismo de Slauerhoff. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://4.bp.blogspot.com/-qxfA0A881u8/WZdlU45sbnI/AAAAAAAABps/qq1Un2XLHaklSybqFay7lbBTtOti1wPqACEwYBhgL/s1600/120%2BDPI.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="988" data-original-width="750" height="320" src="https://4.bp.blogspot.com/-qxfA0A881u8/WZdlU45sbnI/AAAAAAAABps/qq1Un2XLHaklSybqFay7lbBTtOti1wPqACEwYBhgL/s320/120%2BDPI.jpg" width="242" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Definido como «el dandy de la desilusión», en octubre de 2005 se recluyó durante tres meses en el centro psiquiátrico Willem Arntsz Hoeve de Den Dolder con el fin de plasmar sus propias vivencias, lo que daría lugar en 2007 a la publicación de un extraño e inusual diario de un poeta que además escribe y lee poemas para difuntos sin recursos ni familiares, acompañándolos incluso hasta el lugar de resposo. Wigman sitúa de forma estratégica y minuciosa cada palabra, buscando la conjunción entre la perfección sonora y la intensidad argumental para conseguir que el lector reviva situaciones que con total certeza él mismo ha sufrido, creándose una complicidad entre el lector y el propio poeta. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Traducido al inglés, alemán y francés, el estilo de Wigman rebosa de un doloroso y agónico romanticismo de oscuros poemas y situaciones intensas y dramáticas, en donde invoca, cual espiritista, el alma de antiguos poetas en época vigente; Wigman es el nuevo maldito de las letras neerlandesas que ha llegado para ser recordado en el tiempo: un poeta de presente que vive pensando en el pasado y escribiendo para permanecer en el futuro. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://4.bp.blogspot.com/-UM4mZa6Smos/WZdms9Y_j-I/AAAAAAAABp0/JYSDRr326Ggxivl_dIXW9l9sFsUu2HeTACLcBGAs/s1600/portada_wigman.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1129" height="320" src="https://4.bp.blogspot.com/-UM4mZa6Smos/WZdms9Y_j-I/AAAAAAAABp0/JYSDRr326Ggxivl_dIXW9l9sFsUu2HeTACLcBGAs/s320/portada_wigman.jpg" width="225" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"> </td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
La justificación de no publicar antes este post y tener desatendido el blog era para confirmar —o quizá iluso esperaba que no fuese así— el título de esta antología, pero queda suficientemente confirmada: Menno tiene razón: en verano todas las ciudades apestan; pero no por el calor, ni por las ciudades en sí. Puede y espero que sea pasajero, pero mis últimos veranos están resultando inolvidables; sí, apestan, pero porque siempre hay gente dispuesta a corromperlos desde incluso antes de que comiencen. No sé si a alguien más le sucede algo parecido. Adiós meses malolientes, y eso que las bicicletas eran para el verano. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Conozco la tristeza de las copisterías, </i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>de hombres huecos con periódicos amarillos, </i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>mujeres con gafas y notificaciones de cambio de domicilio, </i></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>el aroma a papeles de cartas, extractos bancarios, </i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>formularios para los impuestos, contratos de alquiler, </i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>esa tinta de nada confirma que existimos.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
[...]<br />
<br />
M. W. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
Antonio Cruzhttp://www.blogger.com/profile/14940860334082376459noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7423893629887646804.post-56623585412610964412017-06-02T04:13:00.001-07:002021-02-20T05:03:19.524-08:00REVISTA EL CIERVO; YO EN EL ABISMO DEL OLVIDO<div style="text-align: justify;">
A principio de los años 90 del tan cercano pero ya pasado y viejo siglo XX, encontré en mi casa (o lo que es lo mismo, la de mis padres, que siempre será mi casa) algunos números de la revista cultural <i>El Ciervo</i>.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://4.bp.blogspot.com/-kpnnOTvvUwM/WTFNzQ0h_-I/AAAAAAAABoo/mFZZCHU_k8stimE9Mda3w6emRhytEoa7QCEw/s1600/IMG_20170601_161804.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="320" src="https://4.bp.blogspot.com/-kpnnOTvvUwM/WTFNzQ0h_-I/AAAAAAAABoo/mFZZCHU_k8stimE9Mda3w6emRhytEoa7QCEw/s320/IMG_20170601_161804.jpg" width="240" /></a></div>
<br />
En especial recuerdo el de marzo de 1992, en cuyas páginas aparecía un cautivador artículo que me llamó poderosamente la atención puesto que profundizaba en la obra de Tolkien, precisamente cuando yo me hallaba en plena culminación de la impresionate y profunda lectura de <i>El Señor de los Anillos</i>, hecho que me produjo una huella indeleble que ha perdurado hasta estos días. <br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://3.bp.blogspot.com/-WsJS06U4oWQ/WTFN6HB8h0I/AAAAAAAABos/CO1JImy1v-EyNc4CR2WVdMooYTAKgapiACEw/s1600/IMG_20170601_161838.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="320" src="https://3.bp.blogspot.com/-WsJS06U4oWQ/WTFN6HB8h0I/AAAAAAAABos/CO1JImy1v-EyNc4CR2WVdMooYTAKgapiACEw/s320/IMG_20170601_161838.jpg" width="240" /></a></div>
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<div style="text-align: right;">
</div>
Fueron innumerables las ocasiones en las que leí y disfruté el artículo sobre el autor británico, degustando las sugerentes ilustraciones que lo acompañaban. Pero aquel número (que aún conservo) contenía una sección titulada «Pliego de poesía», en donde encontré los poemas del entonces para mí desconocido <a href="http://antoniocruzromero.blogspot.com.es/search/label/Parra">Nicanor Parra</a>, el antipoeta, y su famoso e impactante poema que en tantas ocasiones he releído: <i>Considerad, muchachos,</i>/<i> esta lengua roída por el cáncer:</i>/<i> soy profesor en un liceo obscuro</i>/<i> he perdido la voz haciendo clases</i>.<i> (Después de todo o nada/ hago cuarenta horas semanales). </i></div>
<div style="text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://3.bp.blogspot.com/-29GidpBAJIU/WSiWWMuw3fI/AAAAAAAABoU/IRKfRSQodyQ7_rcWffK2TBJkwbzm5r7KgCLcB/s1600/ElCiervo_logo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="667" data-original-width="614" height="320" src="https://3.bp.blogspot.com/-29GidpBAJIU/WSiWWMuw3fI/AAAAAAAABoU/IRKfRSQodyQ7_rcWffK2TBJkwbzm5r7KgCLcB/s320/ElCiervo_logo.jpg" width="294" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
Y desde aquel momento mitifiqué la revista que había nacido en 1951 y cuyo símbolo era y es un ciervo, idea que surgió inspirándose en un salmo porque como se afirma desde la propia publicación «el ciervo es un animal simpático y huidizo, que busca las aguas frescas de las altas montañas. Igual que la revista, que busca las opiniones puras de mentes despejadas». Y ahora, 25 años después, aparece en su último número una selección de mis poemas en la citada sección a los que con acierto han titulado en su conjunto «En el abismo del olvido», dos conceptos que los asumo como propios, pero que también podrían haberse llamado «En el olvido del abismo», en esta existencia física que es eso: olvido y abismo.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-COAFBjlnvh4/WTFN6FQBS4I/AAAAAAAABow/BBIcBfMsbdkKLqUE3g1fx8QV7Vd-tdBUgCEw/s1600/IMG_20170601_211207.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="240" src="https://1.bp.blogspot.com/-COAFBjlnvh4/WTFN6FQBS4I/AAAAAAAABow/BBIcBfMsbdkKLqUE3g1fx8QV7Vd-tdBUgCEw/s320/IMG_20170601_211207.jpg" width="320" /></a></div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Mi relación con <i>El Ciervo</i> dio comienzo con Tolkien y Nicanor Parra, sintiéndome desde entonces unido a ella en el plano ideológico; el círculo se abrió en marzo de 1992, y se cierra hoy con este «En el abismo del olvido» con el que han titulado el sentido de mi poética y tan bien han resumido mi propio yo (en ocasiones ajeno a mí) insertado en la poesía. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
Antonio Cruzhttp://www.blogger.com/profile/14940860334082376459noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7423893629887646804.post-45143565595893174592017-05-04T13:36:00.000-07:002021-02-20T05:03:19.649-08:00DE CÓMO CONOCÍ A MIGUEL NAVEROS<div style="text-align: justify;">
<div style="text-align: right;">
<span style="font-size: x-small;"><i>He llegado a la literatura, que para mí significa una </i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-size: x-small;"><i>forma de vivir, a través de la poesía. La palabra poética </i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-size: x-small;"><i>siempre ha sido la que me ha llegado más hondo.</i></span></div>
<br />
A Miguel Naveros lo conocí personalmente hace muy poco, en febrero de 2014 y más concretamente en la Librería Zebras (Almería), aunque en realidad sabía de él y de su labor desde principios de los años 90. Aunque lo había visto en anteriores ocasiones y conocía su obra (habiendo leído mucho antes sus dos últimas novelas así como su poesía), aquel fortuito encuentro y primera charla estuvo revestida para mí de un significado especial.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://3.bp.blogspot.com/-SscWxik2KYM/WQrgFwcXzsI/AAAAAAAABm0/mt951Hv8-lYDLGKWlYyte4ulcHKfAVnJwCLcB/s1600/Miguel%2BNaveros%2Bart%25C3%25ADculo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://3.bp.blogspot.com/-SscWxik2KYM/WQrgFwcXzsI/AAAAAAAABm0/mt951Hv8-lYDLGKWlYyte4ulcHKfAVnJwCLcB/s320/Miguel%2BNaveros%2Bart%25C3%25ADculo.jpg" width="240" /></a></div>
<br />
Me causaba envidia y sobre todo admiración el leer aquello que rezaba su biografía y ya me sabía de memoria: «ha sido corresponsal en España de la agencia de prensa soviética Novosti, viajando con asiduidad por los países del Este antes de la caída del comunismo» (y no precisamente porque yo posea ninguna afinidad ideológica con el comunismo). Me lo imaginaba como una especie de Tintín, provisto de una gabardina color ocre, fumando en cada instante y tomando destartalados y viejos aviones de hélices, grabadora en mano para sus crónicas periodísticas. Como anécdota, en cierta ocasión, yo que había leído bastante sobre el régimen de Corea del Norte, le pregunté acerca de éste, y Naveros me apuntó que el hermetismo del gobierno norcoreano sólo tenía comparación con la Albania comunista.. Para un joven de 15 años (que era mi edad cuando comencé a oír hablar de él), tenía todos los ingredientes para levantar mi admiración: escritor —y más en concreto poeta—, corresponsal de una agencia de noticias extranjera y fumador en pipa.<br />
<br />
<span style="font-size: small;"><i>siempre queda un poema </i></span><br />
<span style="font-size: small;"><i>prendido del tiempo </i></span><br />
<span style="font-size: small;"><i>y de algún muro, </i></span><br />
<span style="font-size: small;"><i>como una gota anónima </i></span><br />
<span style="font-size: small;"><i>que se columpia </i></span><br />
<span style="font-size: small;"><i>en la sombrilla </i></span><br />
<span style="font-size: small;"><i>esquelética de una calle </i></span><br />
<br />
[De <i>Óxido en el cuerpo</i>]<br />
<br />
Era un personaje singular, pero curiosamente no se parecía mucho a los personajes que aparecían en sus novelas. Su cabeza estaba ausente de todo signo de pelo en su parte central y superior, cayéndole una cortina de cabello a ambos lados. Yo ya no lo conocí fumando ninguna de sus famosas pipas pues ya se había pasado a los cigarros, pero siempre lo vi con uno entre los dedos o en la boca cuando estrechaba la mano. Te lo encontrabas en los cafés cercanos a su casa, escribiendo con letra pequeña y casi ilegible, tomando cafés en tazas diminutas y con el bolsillo de la chaqueta (o camiseta de manga corta en verano) cargado de plumas y bolígrafos de todo tipo. Como último toque, su corbata, que fuese a conjunto o no con su indumentaria, ya estuviésemos en verano o invierno, o cayese un sol de justicia o por contra soplase un vendaval de viento desde el mar, ahí estaba su corbata, moviéndose de un lado al otro y como signo de distinción; contemplar a Naveros era como estar frente a Fernando Pessoa.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-6bASvWsXlb4/WQuJwm1F0cI/AAAAAAAABnE/p2HS4gIzNkwPGMT6o4m19bMiofxuxpgOgCLcB/s1600/Naveros_Zebras.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="282" src="https://2.bp.blogspot.com/-6bASvWsXlb4/WQuJwm1F0cI/AAAAAAAABnE/p2HS4gIzNkwPGMT6o4m19bMiofxuxpgOgCLcB/s320/Naveros_Zebras.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
Pero detrás del personaje se encontraba un auténtico escritor y magnífico poeta, experto en literatura italiana y un excelente conversador que no perdía ocasión en charlar contigo, salpicando sus intervenciones de interesantes datos y suculentas anécdotas. Cuando presentó mi libro de relatos <i>Cuentos macabros y de terror</i> (aún recuerdo su risa al leer el microrrelato que incluía el libro) habló de nuestra común editorial (ahora Huerga & Fierro), de sus años en Madrid y la calle Embajadores o de mi «Highlands almeriense», y desde entonces comencé a acudir a todos aquellos eventos en los que él participaba, o bien me lo encontraba en aquel micromundo en el que se movía, que tenía como epicentro la Librería Zebras y los cafés adyacentes, envuelto en el susurro del mar (el magnetismo y anclaje que sentía hacia el sur y que tan bien reflejó en sus novelas); el mar sí, pero jamás la playa.<br />
<br />
<i>y estamos solos, </i><br />
<i>en un palmo de tierra, </i><br />
<i>cuando la noche llega </i><br />
<br />
[De <i>Óxido en el cuerpo</i>]<br />
<br />
A pesar de haber escrito muchas más páginas en prosa que en poesía, Miguel Naveros se sentía poeta por encima de todas sus facetas literarias, pero un poeta con una capacidad asombrosa para crear novelas sobresalientes de sólida estructura y cuyas correcciones se demoraban años hasta quedar concluidas.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-0cLqOw85Okw/WQuOk1JaYaI/AAAAAAAABnY/QgPcPI6O2lMyooOIOTfi8kLGZgdV2oQHgCLcB/s1600/Dedicatoria.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://2.bp.blogspot.com/-0cLqOw85Okw/WQuOk1JaYaI/AAAAAAAABnY/QgPcPI6O2lMyooOIOTfi8kLGZgdV2oQHgCLcB/s320/Dedicatoria.jpg" width="240" /></a></div>
<br />
En septiembre de 2016 apareció mi poemario <i>Grecia: guía de viaje para antipoetas y soñadores</i>. Mi intención, incluso antes de que éste se publicase ni saber cuándo se publicaría, era que Miguel me acompañase, cuando estuviese completamente recuperado, en la presentación del mismo, tal y como informé a la editorial, aunque nunca lo hice al propio Miguel. Ahora siento la pena de no haberle entregado una copia del libro que tenía firmada y dedicada desde finales del año anterior.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://4.bp.blogspot.com/-LAHrE73JEGo/WQuKb5Fo8QI/AAAAAAAABnM/HyKvHAaSjTUvsIOp7DMXSYpQ7LShALDHQCLcB/s1600/principal-miguel-naveros_grande.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="182" src="https://4.bp.blogspot.com/-LAHrE73JEGo/WQuKb5Fo8QI/AAAAAAAABnM/HyKvHAaSjTUvsIOp7DMXSYpQ7LShALDHQCLcB/s320/principal-miguel-naveros_grande.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">© Isabel Ausejo</td></tr>
</tbody></table>
Con la marcha de Naveros la pérdida no es sólo una, sino múltiple e irreparable desde diversos ámbitos, comenzando por el humano. Sería un justo tributo crear un premio literario con su nombre, y que se le siguiesen haciendo homenajes año tras año, pues lo merece, pero que nadie se olvide que el mejor homenaje que se le puede rendir a un escritor es seguir leyendo su obra para que ésta, y él mismo, sigan latiendo. Hasta siempre, Miguel: fue un lujo haberte conocido.<br />
<br />
</div>
Antonio Cruzhttp://www.blogger.com/profile/14940860334082376459noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7423893629887646804.post-78880300229040406032017-03-27T04:19:00.001-07:002021-02-20T05:03:19.809-08:00ROBINSON JEFFERS Y LA BELLEZA DE LA BATALLA PERDIDA<div class="Textbody" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
</div>
<div class="Textbody" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span style="font-size: small;"><b><span style="font-family: inherit;">ROBINSON JEFFERS </span></b></span><br />
<span style="font-size: small;"><b><span style="font-family: inherit;">(1887-1962)</span></b></span><br />
<span style="font-size: small;"><b><span style="font-family: inherit;"><br /></span></b></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-3WH7gkF61BY/WNj0UmBT7ZI/AAAAAAAABlU/mSXR_cgvZAc6jQ9qQStpUERUfeNY8eV4wCLcB/s1600/RV-AR039_BKRVje_J_20150903173508.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="212" src="https://2.bp.blogspot.com/-3WH7gkF61BY/WNj0UmBT7ZI/AAAAAAAABlU/mSXR_cgvZAc6jQ9qQStpUERUfeNY8eV4wCLcB/s320/RV-AR039_BKRVje_J_20150903173508.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="Textbody" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div class="Textbody" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<br />
<span style="font-size: small;"><b><span style="font-family: inherit;">DISTANT RAINFALL</span></b></span></div>
<span style="font-size: small;">
</span>
<br />
<div class="Textbody" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: small;"><br /></span></div>
<span style="font-size: small;">
</span>
<br />
<div class="Textbody" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: small;"><i><span style="font-family: inherit;">Like mourning women veiled to the feet</span></i></span><br />
<span style="font-size: small;"><i><span style="font-family: inherit;">Tall slender rainstorms walk slowly against gray cloud along the far
verge.</span></i></span></div>
<span style="font-size: small;"><i><span style="font-family: inherit;">The ocean is green where the river empties,</span></i></span><br />
<span style="font-size: small;"><i><span style="font-family: inherit;">Dull gray between the points of the headlands, purple where the
women walk.</span></i></span><br />
<span style="font-size: small;"><i><span style="font-family: inherit;">What do they want? Whom are they mourning?</span></i></span><br />
<span style="font-size: small;"><i><span style="font-family: inherit;">What hero's dust in the urn between the two hands hidden in the
veil?</span></i></span><br />
<span style="font-size: small;"><i><span style="font-family: inherit;">Titaness after Titaness proudly</span></i></span><br />
<span style="font-size: small;"><i><span style="font-family: inherit;">Bearing her tender magnificent sorrow at her heart, the lost
battle's beauty.</span></i></span><br />
<span style="font-size: small;">
</span>
<br />
<div class="Textbody" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: small;"><br /></span></div>
<span style="font-size: small;">
</span>
<br />
<div class="Textbody" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">
</div>
<span style="font-size: small;"></span><br />
<div class="Textbody" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: small;"><b><span style="font-family: inherit;">PRECIPITACIÓN LEJANA</span></b></span></div>
<span style="font-size: small;">
</span>
<br />
<div class="Textbody" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: small;"><br /></span></div>
<span style="font-size: small;">
</span>
<br />
<div class="Textbody" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: inherit;">Como plañideras enlutadas hasta los pies</span></span></div>
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: inherit;">Altas tormentas esbeltas caminando lentamente contra la gris nube por
el borde lejano.</span></span><br />
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: inherit;">El océano es verde donde el río se vacía,</span></span><br />
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: inherit;">Gris mate entre los puntos de los promontorios, morados por donde
caminan las mujeres.</span></span><br />
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: inherit;">¿Qué quieren? ¿A quién le rinden luto?</span></span><br />
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: inherit;">¿Qué polvo de héroe en la urna entre las dos manos ocultas en el velo?</span></span><br />
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: inherit;">Un Titán tras otro soportando</span></span><br />
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: inherit;">Con orgullo en su corazón su tierna y magnífica tristeza, la belleza de
la batalla perdida.</span></span><br />
<br />
<div class="Textbody" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-UbQbCa2Je78/WNj0Ucmxp7I/AAAAAAAABlQ/Jk4xPUHIzCg9vlCkUnp75JVUESvwo3MPgCLcB/s1600/%25C3%25ADndice.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://1.bp.blogspot.com/-UbQbCa2Je78/WNj0Ucmxp7I/AAAAAAAABlQ/Jk4xPUHIzCg9vlCkUnp75JVUESvwo3MPgCLcB/s1600/%25C3%25ADndice.png" /></a></div>
<div class="Textbody" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div class="Textbody" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div class="Textbody" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">
<br />
<i><span style="font-size: small;"><span style="font-family: inherit;">El último cantor de Walt Whitman. Poesía esencial de Robinson Jeff</span></span></i><span style="font-size: small;"><span style="font-family: inherit;"><i>ers</i>. (Edición bilingüe). Huerga & Fierro editores, Madrid. 2016. </span></span></div>
Antonio Cruzhttp://www.blogger.com/profile/14940860334082376459noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7423893629887646804.post-21065958125077685312017-01-14T15:50:00.001-08:002021-02-20T05:03:20.066-08:00EL BANQUETE: CRÓNICA DE UN AJUSTICIAMIENTO<div style="text-align: justify;">
Novela escrita en poco más de un mes, concretamente entre mediados de
septiembre y finales de octubre de 2010, si bien ha estado sometida a una revisión periódica
hasta poco antes de que fuese enviada a imprenta. <i>El banquete: crónica de un ajusticiamiento</i>
se mueve en aguas contrapuestas (posmodernismo, experimentalismo,
tremendismo), y bajo el influjo de escritores como Hugo Claus, Louis
Paul Boon, C. J. Cela,
J. Joyce, W. Faulkner o J. Dos Passos. <br />
<br />
«Años 50. Un misterioso personaje que responde al nombre de Domingo Rey aparece, como caído del cielo, en un pequeño pueblo de montaña: Terra Nivis. El escenario principal de la historia tiene lugar en una taberna en la que innumerables personajes se reúnen como si fuesen hormigas o abejas pululando alrededor de un panal, y así, grupal y asociativo es su comportamiento. Son seres grotescos, exagerados, pero sobre todo personas terriblemente defectuosas. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-v-nXFckyK8E/WHetVy3p9ZI/AAAAAAAABis/O4k4TtN6-DohG_JhC5HJl1zsN5BQSe10QCPcB/s1600/el%2Bbanquete%2Bportada%2Brecortada.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://2.bp.blogspot.com/-v-nXFckyK8E/WHetVy3p9ZI/AAAAAAAABis/O4k4TtN6-DohG_JhC5HJl1zsN5BQSe10QCPcB/s400/el%2Bbanquete%2Bportada%2Brecortada.jpg" width="247" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>El banquete: crónica de un ajusticiamiento</i> es una novela de ficción que tiene lugar en la posguerra de la Guerra Civil española, si bien es una obra indefinible; puede ser una novela negra, y a la vez un thriller político; una novela coral y surrealista; una novela costumbrista e incluso fantástica; o una novela experimental que como no podía ser de otra forma, busca el experimento. Probablemente sea una mezcla de todos esos subgéneros, y si bien aparenta ser una novela netamente posmodernista, también posee todos y cada uno de los ingredientes para ser situada dentro del tremendismo, contradiciendo entonces las premisas y esencia del posmodernismo literario. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
En la novela se describe un hecho cargado de crudo realismo que se fundamenta desde la anécdota más simple como elemento creador, y con ésta construye al mismo tiempo una serie de pequeñas historias y toda la gran trama».<br />
<br />
<div style="text-align: right;">
TEXTO DE CONTRAPORTADA </div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>El banquete: crónica de un ajusticiamiento, </i>Antonio Cruz Romero (Instituto de Estudios Almerienses, 2017). Fotografía de cubierta: Juan Fernández. Taberna El Gorrión (Jaén).<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://2.bp.blogspot.com/-sSSXuvHCWZw/WRtuuyeTPPI/AAAAAAAABns/rQFZO7XUYV8oAR4m9zMDrs9MikMBwGmkACLcB/s1600/IMG_20170516_161913_571.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="277" src="https://2.bp.blogspot.com/-sSSXuvHCWZw/WRtuuyeTPPI/AAAAAAAABns/rQFZO7XUYV8oAR4m9zMDrs9MikMBwGmkACLcB/s400/IMG_20170516_161913_571.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">© Marta Rodríguez/La Voz de Almería</td></tr>
</tbody></table>
Postdata-. <a href="http://www.lavozdealmeria.es/vernoticia.php?IdNoticia=129036&IdSeccion=5">Artículo en <i>La Voz de Almería</i> con motivo de la publicación de la novela</a> (14/05/2017).<br />
</div>
Antonio Cruzhttp://www.blogger.com/profile/14940860334082376459noreply@blogger.com0