jueves, 25 de enero de 2024

PRESENTACIÓN DEL POEMARIO FLORES ENFERMAS

 PRESENTACIÓN DE FLORES ENFERMAS 

(18/I/2024)


DIEGO MARTÍNEZ. 22 Enero, 2024 - 21:11h

El pasado jueves se presentó en la Librería Picasso de Almería el nuevo poemario de Antonio Cruz Romero titulado Flores Enfermas, publicado por la editorial cántabra Libros del Aire, dirigida por el poeta Carlos Alcorta, en un acto que estuvo presentado por el también poeta José Luis López Bretones y que contó con la presencia de un numeroso público.

Flores enfermas es el quinto poemario de Cruz Romero (María, 1978), que es a su vez narrador, neerlandista y traductor, terreno en el que ha vertido a nuestro idioma a medio centenar de poetas flamencos y neerlandeses y está considerado el traductor más activo e importante de poesía neerlandesa contemporánea en lengua española, no en vano Antonio Cruz es miembro de la sección de poesía de la Dutch Foundation for Literature y ha sido becado en varias ocasiones como "Translator in residence" en la Casa del traductor de Ámsterdam.

Cruz Romero es, en palabras de López Bretones y en relación a su poemario “un mitómano, un adorador de mitos cinematográficos, musicales, literarios y fantásticos, y en el libro aparecen el vampiro, el licántropo, la misantropía romántica, las escenografías góticas o los amores eternos que viajan por los océanos del tiempo hasta encontrarse”, un poemario articulado por elementos redundantes como el amor, la muerte, las derrotas y la victoria, las leyendas, las aves, los vampiros y los cementerios, que como bien apunta López Bretones, “son mitos culturales asentados a lo largo de los siglos por una tradición extensa y fecunda, mitos de la tradición occidental que surge de tres ejes nucleares: Atenas, Roma y Jerusalén; y a su vez hablamos de dos mitos fundacionales: la culpa y la redención, y todo ello forman parte de este libro”.

López Bretones señaló que “Antonio Cruz se muestra más partidario del mythos frente al logos, es decir: más partidario de lo simbólico, de lo irracional, de lo dionisíaco que de la razón positiva que sistematiza y que da luz a las sombras. Antonio Cruz es un poeta del Romanticismo mucho más que de la Ilustración, y a pesar de sus querencias tomistas se inclina más por Tertuliano, a quien cita en el libro, y que afirmaba “Creo porque es absurdo”, pues el carácter del personaje poético de Antonio Cruz es un personaje apasionado, un personaje arrebatado, un personaje atormentado, como lo eran los románticos ingleses, como lo era Menno Wigman y como lo es también dentro de la poesía contemporánea española Roger Wolfe, que es uno de sus referentes literarios y además amigo personal de un Antonio Cruz que no es partidario de arrojar luz sobre las sombras sino de las sombras y de toda la iconografía que acompaña a las sombras: las brumas, los cementerios, las lápidas, los cuervos, con Edgar Allan Poe al fondo y, en general, todo lo que indique decadencia e incluso putrefacción, y con toda esta iconografía sin duda está haciendo referencia a esta nuestra sociedad que se deshace ante nosotros a pasos agigantados y que muestra por todas partes signos de acabamiento y de fermentación cadavérica”, dijo López Bretones.

La estética y poética del poemario se mueve entre el culturalismo y el romanticismo inglés con su amor por la naturaleza y los pájaros, y por otro lado claramente influido por la cultura pop, el cine y en especial por el malditismo de los poetas del siglo XIX en donde se perciben ecos de Poe, Wordsworth, Keats o Baudelaire, pues no en vano Flores enfermas es una suerte de homenaje a éste último, en el que el poeta de este poemario, un ser radicalmente misántropo, destapa la decadencia y miseria del mundo y sólo se refugia en aquello que le es fiel, auténtico y le ofrece protección.

A modo de conclusión, López Bretones terminó su intervención afirmando que Flores enfermas es “un libro casi blasfemo (como fue considerado en su día Las flores del mal de Baudelaire), un libro salvaje, un libro duro, cortante como un filo, un libro aquejado de la enfermedad de la poesía y cuyas flores contienen un sigiloso veneno que hay que tomar a pequeñas dosis o morir; o morir de romanticismo”.

Diario de Almería (23/I/2024)

FOTOGRAFÍAS: Eva M. Gómez Gómez







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